tag:blogger.com,1999:blog-36532496449623657872024-03-04T21:03:07.520-08:00Blog del Cronista Oficial de BenalauríaEste blog pretende ser un escaparate para mostrar las crónicas de Benalauría. Redactadas por el Cronista Oficial de la Villa, Don José Antonio Castillo Rodríguez, nombrado Cronista Oficial por acuerdo de Pleno de 23 de marzo de 2013.Unknownnoreply@blogger.comBlogger37125tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-51857317877723229222022-12-07T00:23:00.000-08:002022-12-07T00:23:43.543-08:00<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">CRONICA DE LA NAVIDAD<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">El Niño viene envuelto en las gasas
de la lluvia<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -35.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La hermana lluvia se ha presentado tardía en
este diciembre que acude de golpe con los fríos y las aguas que se negaron a volver
tras la canícula. Es la antigua costumbre de la lluvia, que huele siempre a
niñez, así que pisemos el camino del viejo castañar, cuando hollamos la tierra húmeda
y la hojarasca en descomposición. Esas salidas hacia el campo, dejando atrás
nuestro confort de sillón y chimenea, son como un bálsamo para los sentidos. El
aroma del mundo es pura limpieza y la levedad del aire nos aclara los lejanos
horizontes. El cielo es como más azul, las sierras se tornan oscuras en sus
grises de piedras y barranqueras, la arboleda se despoja y claman a las alturas
las desnudas manos de sus ramajes, o se apaga en los tenues verdes del
chaparral, que agazapa su vida latente, solo despierta si los ábregos la
sacuden con su abundancia en nubes y brumas. El pinar se estremece con su inolvidable
son, y su olor es todo un mundo que se alimenta con las gotas que bajan desde
sus acículas, siempre vivas y glaucas. Es la vuelta a ese caminar “entre pinos
antiguos de perenne alegría” (Luis Cernuda).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -35.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por doquier se oyen los ecos de los arroyos
traviesos que brincan bajando las raudas laderas, tal vez el chorro de una
alberca o una fuente, y abajo, conforme el fondo de vaguada, estricto y curvo,
se hace patente, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se anuncia el ronco
rumor del río en plenitud, encajando sus caudales por entre las saqueadas
choperas, saucedas y alisedas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -35.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En los pueblos huele a leña quemada y a un
cocido que se diseña amorosamente tras el postigo semiabierto de una ventana.
Silencioiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii<a name="_GoBack"></a> y soledad. Hay un gato recostado sobre sí mismo bajo un
soportal, mirando indiferente, tal vez molesto, una ceremonia que apenas
recuerda. La lluvia repica sobre las techumbres y las calles, que acunan sus
regueros, como si fueran mínimos arroyos que bajan con una voz casi infantil,
mientras las canales surten como ilusorios manantiales que nacen en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cada tejado, en cada casa. En los cristales
se dibujan las lágrimas que el viento transporta: son como un discreto homenaje
a los que ya no viven allí, a los que se han ido para no volver. Brillan las
losas de la Plaza, cuyos naranjos gotean sobre el alcorque en finas dádivas que
irán a sus raíces sedientas, y el jardín muestra los verdes intensos de la
yedra, del lentisco, de la cornicabra, del romero, sobre los que destacan
arriba unas cuantas palmeras enhiestas y firmes. Hay un rosal milagroso que
presenta una flor superviviente, aun no marchita, aunque inclinada por el peso
de las joyas posadas sobre sus delicados pétalos, a partir de un último
aguacero. Como nos dijo Rilke, ese poeta alemán que vivió en Ronda, esa rosa es
la pura contradicción de un sueño de nadie bajo numerosos párpados. Un sueño
invernal, solitario y triste, el sueño estremecido de una flor a punto de
morir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -35.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La tarde también muere cuando suenan las
primeras campanadas que llaman a la celebración del nacimiento del Niño Dios.
Como si fuesen latidos del alma del pueblo, suenan firmes, claras, escuetas, en
una música que no necesita de más sones, contrapuntos ni adornos. Tampoco los
precisa esa escena entrañable del establo: solo unos padres que velan a su hijo,
entre inocentes animales, entre rústicos pastores que han acudido a contemplar
la luz, y un ser claro y alado que anuncia a todo el que quiera oírlo que el
Niño ha venido este año envuelto en las gasas de la lluvia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -35.5pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -35.5pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Feliz Navidad, Benalauría. Paz, generosidad
y felicidad.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -35.5pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -35.5pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">De vuestro cronista: José Antonio
Castillo Rodríguez.<o:p></o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-42108862474675052492022-08-03T03:11:00.000-07:002022-08-03T03:11:14.581-07:00<p> </p><p align="left" style="margin-bottom: 0cm;">
CRÓNICA DEL VERANO<br />
<br />
"LA HUERTA DEL
BALATE"<br />
<br />
Benalauría, julio de 2022<br />
<br />
En
estos aciagos tiempos de temibles incendios que calcinan los montes
de España, y de repetidas desgracias, conflictos y enfermedades,
bien nos valdría refugiarnos en uno de esos pequeños oasis que nos
permiten atisbar algunos rayos de esperanza.</p><p align="left" style="margin-bottom: 0cm;"> <br />Aquí, en nuestro
valle, bajo los bravíos peñones de la Dorsal calcárea que nos
separa del hermano Guadiaro, se establecieron desde antiguo algunos
espacios de huertos y sembradíos, aprovechando las fuentes y
surgencias del acuífero Benadalid-Gaucín, responsable de los
importantes <br />
avenamientos de Fuensanta y Salitre, entre otros.
En nuestra vertiente manan Azanaque y El Balate, de purísimas aguas
y sugerentes nombres árabes que dan fe de su ancestral uso: “Los
Cercados”, el primero, “Las Paredes”, el segundo. Y así es,
Huerta del Balate, haciendo referencia a un extenso muro de piedra
ceñido a un suave talud, y perimetral a una pequeña y fértil
llanada de <br />
aproximadamente una hectárea, a la que se suman los
restos de otros muretes con bancales abandonados que escalan hacia el
denso encinar instalado sobre las paredes del Monte Poyato. Por
cierto, os recuerdo que la técnica del balate, o muro a piedra seca
para el cultivo en terraza, es Patrimonio de la Humanidad.</p><p align="left" style="margin-bottom: 0cm;"><br />
El
lugar no puede ser más ameno. El agua surte en la vieja alberca con
su son infinito, cortejada por algunos frutales y chopos
desperdigados. Allí se dieron hasta dos cosechas de cereal en
tiempos de <br />
penuria, así como buenas producciones de maíz,
habichuelas, con huertos de verano e invierno. Una casa de piedra y
cal con techumbre a teja preside aquel agrosistema, como hemos dicho
un auténtico oasis entre los roquedales y el encinar, “una isla de
ager (cultivos) sobre un mar de saltus <br />
(bosque y matorral)”,
como lo hubiera expresado mucho mejor el profesor Sánchez Blanco en
su libro sobre los andalusíes del Bajo Genal. Quedan arriba las
violentas cresterías de la Dorsal, ahora casi ocultas por la
recuperación espectacular de las encinas, con su cohorte del aulagar
y tomillar, y <br />
las peonías y el espinar de maholetos, mientras
que al frente se nos abre, inmensa y totalizadora, la gran barrera de
Sierra Bermeja con sus nubecillas del Levante posadas sobre cerros y
collados, hoy desolada imagen del inmenso pinar dos veces devorado
este año por el fuego de la iniquidad y el abandono. <br />
Pero
aquí, las desgracias casi ni se contemplan al lado de una primorosa
horticultura que Susana, Jacobo y su hijo se han empeñado en
reverdecer. Venidos de la ciudad, se afanan en recuperar los usos de
sus mayores, haciendo florecer con nuevas y estudiadas técnicas los
viejos huertos que eran el preciado condumio de aquellos campesinos.
Buena tierra, agua impoluta, clima envidiable, brisa que transporta
los inimitables perfumes del monte, bosque y roquedal, además de
afanes indesmayables, esfuerzos inauditos, e ideas claras, muy
claras, para escapar de tiranías y vivir con y en libertad en este
lugar de fertilidad, sosiego y hermosura.</p><p align="left" style="margin-bottom: 0cm;"> <br />Junto a esos variados
cultivos de proximidad, en la más estricta disciplina de lo
tradicional, que es la mejor de las ecologías, esta familia nos
recibió menguando julio, a partir de las iniciativas y apoyos de
"Montaña y Desarrollo", la Universidad Paulo Freire y
otras instituciones, para presentarnos su ambicioso proyecto. De
momento, un honorable suelo cernido, limpio y dispuesto para la
siembra, <br />
los pequeños pasillos de separación de los cultivos
con sus tuberías para el goteo y la <br />
microaspersión, los
encañamientos para los productos del verano, como ese exquisito
tomate rosa de la Indiana ahora en recuperación, del que dimos buena
cuenta en el consecuente refrigerio. Todo parece dispuesto para el
buen orden y la lógica de los aprovechamientos, en una distribución
<br />
racional y muy bien estudiada.</p><p align="left" style="margin-bottom: 0cm;"> <br />De momento, los primeros y
satisfactorios resultados. De momento la fuerza vital de estos
emprendedores que no merecen otra cosa que el éxito. Ellos nos abren
el camino para lo que haya de venir, que algunos intuimos no augura
nada bueno.</p><p align="left" style="margin-bottom: 0cm;"><br />
Y de momento, el agua casta de fondos turquesas, el
austero encinar de trinos y vuelos, el inquieto mariposeo de las
hojas del chopo, la fecundidad del manzano, el ciruelo y el nogal, la
orla gozosa de la adelfa en sus floridos caminos del agua. Todo bajo
el inconmensurable azul de un cielo potente y cercano, las fragancias
del animoso viento, y el fantástico decorado de nuestra siempre
Montaña Protectora.<br />
<br />
De vuestro, cronista José Antonio
Castillo.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-40398647809180543342022-04-10T07:19:00.002-07:002022-04-10T07:19:31.276-07:00Lluvia de sangre<p> <span style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: center;">“</span><span style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: center;">LLUVIA DE SANGRE</span><span style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: center;">”</span></p><p class="s2" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: center;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">(C</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">rónica</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> D</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">e</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> L</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">a</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> P</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">rimavera</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">)</span></p><p class="s2" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: center;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span></p><p class="s3" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: justify;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Llueve sangre</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> del cielo</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> sobre el mar y la montaña. Las aguas, de tan esperadas, han regresado con furia inusitada y teñidas de</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">l</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> rojo polvo del desierto. Aguas son, al fin y al cabo, y han venido a paliar una sequía que amenazaba con llevarnos a otro de esos años en que</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> los árboles</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> y arbustos</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> languidecen,</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> se secan las fuentes y arroyos, y los ríos </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">divagan</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">escuálidos y </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">hambrientos.</span></p><p class="s3" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: justify;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">El pueblo se nos </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">disfrazó de</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> un color anaranja</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">do en las fachadas que miran a P</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">oniente. El barro, arcilla casi indeleble, cubrió tejados y balcones, ventanas</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> y</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> rejas, arriates, terrazas, calles, muros, plazas…era la señal convenida para que la naturaleza nos rec</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">o</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">rd</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">ase</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> que el desierto está ahí,</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> amenazante e inmenso,</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> a la vuelta de la esquina según se </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">tras</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">pasan el Rif y las</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">dilatadas</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">llanuras del Magreb.</span></p><p class="s3" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: justify;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Pero ha llovido. Y bien</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">,</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> a tenor de los caudales de los veneros y las corrientes impetuosas de nuestros dos ríos. Revive la arboleda, resucitan las hierbas tardías, se tocan levemente de nieve las sierras al noreste, y el valle entero se viste ya con las galas de abril: sobre el pastizal </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">sobrevuelan</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> como copos tenues los pétalos del cerezo y del ciruelo</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">,</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> florecen</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> jaras,</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> majoletos y asfódelos,</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"></span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">mientras </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">amarillean aulagas, genistas y escobones. Se abren las asteráceas como infinitos s</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">oles sobre las laderas, pespunt</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">an las yemas</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> en las ramas de</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> de los castaños, se renuevan los quejigos con ese verde </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">brillante</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> para su traje nuevo, comienzan a aletear las choperas</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">, alisedas</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> y saucedas. Es el jardín. El más prodigioso y perfecto que pueda verse en este mundo, cuando la brisa mediterránea acristala los aires y sol se posa con sus dedos de fuego</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> sobre </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">nuestra Serranía</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">.</span></p><p class="s3" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: justify;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Pero los tiempos no son buenos. Parece ser que la epidemia que nos ha encerrado y desesperado ya no es tan dañina, que van a quitar las mascarillas que nos taparon la sonrisa, que ya estamos a salvo, o casi. Y </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">justo </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">cuando comenzaba la ceremonia de la reconciliación con todo</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">lo que nos rodea</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">ba</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">, cuando por fin dábamos la paz y la palabra, cuando recibíamos la dádiva del trabajo y la convivencia, de nuevo en el horizonte una nueva amenaza, un fantasma casi olvidado </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">que se abate</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">de nuevo</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">sobre las confiadas</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> fronteras de Europa. La guerra. La guerra en su más cruel manifestación: una agresión premeditada sobre una nación soberana</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">, a la que se intenta aplastar </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">a sangre y</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> a </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">fuego.</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> Mueren los más inocentes, los niños, los ancianos, y mueren los hombres y mujeres que esperan aterrados en silencio o que empuñan las armas en un ejercicio </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">de resistencia </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">tan heroico como desesperado. </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Huyen las familias a millones, dejando atrás todo su esfuerzo, todo su techo, todo su pan. ¿Quién podrá reparar</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">les</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> tanto dolor y tanto daño?</span></p><p class="s3" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: justify;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Es tiempo, sin embargo, de recogimiento y reflex</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">ión. De </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">la </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">conmemoraci</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">ón</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> de otra injusticia</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> acaecida hace dos mil años</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">, hecho que puebla</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> las calles de toda España en forma de cortejos e imágenes dolientes</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">, como espectros</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> del sufrimiento y </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">d</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">el sacrificio</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> en los imprecisos tiempos del Dios-Hombre</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">. El dolor de hoy y el de ayer</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">, hermanados en esta primavera inquietante y trágica. Respéte</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">se el dolor de ahora, aunque algunos nieguen de manera miserable </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">la tragedia</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> que acontece</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> en </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">uno de los </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">pórticos</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">de la vieja Europa</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">. </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Y r</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">espétese</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> también</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> el sentimiento de un sacrificio infinito que se renueva cada primavera. Respeto y paz </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">para</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> los inocentes</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">aplastados</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> bajo la bota de los tiranos. Silencio</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> y sosiego</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> ante </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">la tradición</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> y la piedad</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">.</span></p><p class="s3" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: justify;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Cedió la lluvia roja </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">pero</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> ahora nos envuelve</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> por doquier</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> una terrible humedad de sangre y de terror. Aquí mismo, tan cerca, tan inminente.</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> En un tiempo que creíamos seguro y confortable.</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Es </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">este </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">un momento</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> propicio</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> para la reunión familiar, para los reencuentros, para el descanso. Pero al mismo tiempo h</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">agamos cuanto esté en nuestra mano para recuperar la paz. Acojamos a esos millones de refugiados que huyen de la obscena tempestad de las bombas y los misiles. Tensemos nuestros corazones en un denodado esfuerzo por </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">acabar con</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> toda forma de tiranía y de opresión. Paz a los muertos. Castigo a los culpables (algún día en este mundo o en el otro). Desprecio a los indiferentes de la negación y la mentira, a quienes la Historia se encargará de arrojar a su</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">ya super</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">poblado</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">basurero.</span></p><p class="s3" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: justify;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Porque esta primavera cae sobre nuestras conciencias una terrible y cruel lluvia de sangre.</span></p><p class="s3" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: justify;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;"> </span></p><p class="s2" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin: 0px -42px 0px -14px; text-align: center;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">De vuestro cronista, José Antonio Castillo Rodríguez.</span></p><p class="s4" style="font-size: 18px; line-height: 21.600000381469727px; margin-bottom: 0px; margin-top: 0px; text-align: center;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">Benalauría</span><span style="line-height: 21.600000381469727px;">, abril de 2022.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-12825769373474507932021-12-14T00:13:00.000-08:002021-12-14T00:13:07.982-08:00CRÓNICA DE LA NAVIDAD<blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"></p><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><a name="_GoBack"></a><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">CRÓNICA DE
LA NAVIDAD<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">El aire de oro mueve las ociosas</span></i><span style="text-align: left;"> </span></p><p></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"></p><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">hojas de los pinares…</span></i></p><p></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0 0 0 40px; padding: 0px;"><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
</p><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">(Jorge Luis Borges. “A un soldado de
Lee”)</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Malos tiempos corren, vecinos y
vecinas. El virus ha hecho mella en nuestra sociedad, dejando tras de sí miles
de víctimas, enfermos, y secuelas físicas y psicológicas muy difíciles de
curar. Eso sin hablar de la economía, o de la carestía, a pesar de las alegres
campanas de la fanfarria gubernamental, que trata de tapar lo que es una
realidad incuestionable: de esta salimos no más fuertes, sino más pobres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Afortunadamente parece que las vacunas palian los
efectos y la gravedad de las sucesivas olas y cepas del COVID. En esto sí se ha
acertado; ahora toca convencer a los irresponsables de que sin ellas los graves
riesgos personales se acrecientan, por no decir del peligro en que nos ponen a
todos los demás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Malos tiempos. En la isla de La Palma se ha
abierto una ventana por donde la ira de la Tierra expele sin cesar fuego y
cenizas, que están sepultando sueños y esperanzas. Y aquí, en nuestro valle, ese
horrible incendio del final del verano, con Sierra Bermeja calcinada y las dos
pinzas temibles que entraron al Genal por el norte y por el sur. Incendio de
sexta generación, nos dijeron, incendio de sexto abandono, decimos algunos. La
crisis de la agricultura de ladera, con su corolario de pérdida de
rentabilidad, propició la llegada de los cuatro jinetes de nuestro particular
apocalipsis: emigración, envejecimiento, despoblación y abandono. Y tras el
abandono, el fuego. Ahora todo son plataformas, promesas y buenos deseos, pero
cuando los suelos se enfríen y rebroten las semillas (tampoco ayuda esta
persistente sequía que mantiene exhausto a nuestro sur), todo quedará en el
olvido. En un sexto olvido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Qué hacer? Es claro que aquella agricultura
de casi subsistencia o intercambio de pequeño espectro territorial no va a
volver. Que los viejos usos del bosque fueron sustituidos por un progreso que
aniquiló oficios y manejos que mantenían el equilibrio en la montaña. Ni es
posible por rentabilidad, ni es solución volver al pasado en un momento en que
la moderna agricultura comercial ha engullido cualquier atisbo de volver a las
actividades agropecuarias de proximidad, a no ser de manera anecdótica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Pero hay soluciones muy posibilistas:
mantengamos, con adaptación a los nuevos modelos productivos, alguno de
aquellos usos, por ejemplo, el ganado, la mejor desbrozadora posible si se
regula adecuadamente la carga animal. La limpieza, poda y aclarado para
fabricar biocombustibles, cuyas plantas de tratamiento deberían instalarse aquí.
La protección efectiva del fuego,de las laderas y sierras con labores de
temporada mediante la contratación de efectivos del lugar, que son los que mejor
pueden y saben interpretar los ciclos, los métodos y los trabajos en estas difíciles
barrancas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y ayudar al campesino, al que sólo se ofrecen
hoy trabas excesivas, a veces absurdas, provenientes de despachos de caoba y
moqueta tan fuera del mundo real, en vez de fijarse estas a partir de las verdaderas
necesidades de nuestros campos. Ayudas, sí, mediante las políticas comunitarias
europeas que subvencionan por doquier la producción agraria, mientras los
sectores forestales quedan abandonados sin remedio. Como dijo un productor de
corcho de Huelva, en un reciente encuentro forestal celebrado en la Universidad
de Sevilla al que asistí, ¿por qué se subvenciona a un olivar, o al girasol, y
no a un castañar o un alcornocal? Y, desde luego, la protección integral, y
digo integral, de Sierra Bermeja, excluida de manera absurda, infame y
acientífica del nuevo Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. Ello nos
ayudaría sobremanera a la orla periférica, en forma del establecimiento de
actividades silvoforestales y pecuarias, además de hosteleras. Pero de esta
compleja cuestión hablaremos otro día, pues sé que las presuntas leyes y
limitaciones de este tipo de espacios no son bien recibidas por un campesinado
que ya no puede resistir más. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Insto desde aquí a los alcaldes de
este Valle a actuar, y a hacerlo ya. No queda tiempo: con las actuales
políticas el territorio ha perdido más de dos tercios de su población en
sesenta años. Toca cambiar el tratamiento para curar al enfermo, pues el
diagnóstico es bien claro: el pequeño mundo del Genal y su paisaje, donde el
hombre ha sido y es protagonista decisivo, está a punto de fenecer tal como lo
conocemos. Hay que actuar ya, insisto, sin dilaciones, con unidad, sin egoísmos
ni absurdos partidismos. No nos queda apenas tiempo. Ha llegado la hora de
exigir, no de rogar ni de aceptar más limosnas. ¿Estarán nuestros 15 alcaldes a
la altura de este gravísimo momento?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta crónica se os ofrece con un pesimismo muy
poco navideño, esa es la verdad. Pero yo no puedo, como cronista que soy de la
realidad del momento, engañarme y engañaros. Sin embargo, quiero ver en el
horizonte un rayo de luz. Tal vez, a través de los negros nubarrones de la
indiferencia, la inacción y el olvido, se abran paso las ideas, los proyectos,
las iniciativas de los más jóvenes, con paradigmas como esa asociación “Montaña
y Desarrollo” que se ha instalado en algunos de nuestros pueblos. Que se
desprecien esas vergonzantes limosnas y se obtengan los beneficios de nuevas
políticas que pongan fin a tanto olvido, a tanta desesperanza. Que se sostenga
población en una medida suficiente para que el paisaje y los pueblos no se nos
mueran. Que retorne la lluvia con ese llanto viejo, pausado y persistente de
los ábregos sobre nuestros bosques. Que corran los arroyos desatados hacia los
padres Genal y Guadiaro. Y que de nuevo, al atardecer, el aire de oro vuelva a
mover las ociosas hojas de los pinares rebrotados, en nuestra salvaje, singular
y valiosa Sierra Bermeja.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Feliz Navidad. Paz, salud, prosperidad y
esperanza. Y consuelo a quienes han perdido a sus seres queridos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 8.0pt; margin-left: -1.0cm; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">De vuestro cronista, José Antonio
Castillo Rodríguez. Diciembre, 2021.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p></blockquote>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-5675422037449553052021-06-14T00:57:00.000-07:002021-06-14T00:57:01.948-07:00Crónica del Verano. De los balates, albarradas, bancales y majanos.<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Crónica del
Verano<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 4.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">De los
balates, albarradas, bancales y majanos<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desde el año 2018<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los balates forman parte del Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad, que promueve la UNESCO. Pero, ¿qué entendemos por un
balate? En general se hace referencia a un murete de piedra seca, realizado en
una pendiente de una ladera, para poder sostener tierra en horizontal que nos
permita un determinado cultivo. Es decir, una rectificación del terreno
realizada por el campesino para aprovechar al máximo la tierra de la que dispone,
que sin esta estructura no podría ser cultivada. En nuestro término municipal
tenemos un ejemplo toponímico en la de todos conocida “Huerta del Albalate”,
donde efectivamente existe una notable pared de estas características, que
limita una explanada en la que siempre conocimos cultivos de regadío, mediante
manantial y alberca. El término viene del árabe <i style="mso-bidi-font-style: normal;">albalat</i>, camino, lugar empedrado, aunque su primer origen parece
griego, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">plateia</i>, es decir, explanada,
o del latín <i style="mso-bidi-font-style: normal;">parietis</i>, que significa
pared, y de ahí nuestra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">parata.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Extendidos a lo largo de nuestra montaña, los
balates “esmaltan los paisajes (Guzmán Álvarez, 2010)” en todo lo que fue el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Xharq al Andalus</i>, es decir, la actual
España a levante, y a lo largo de la montaña mediterránea, sean de riego, los que
se escalonan con esta técnica, estos más altos y fuertes para soportar el mayor
peso que proporciona el agua, sean en secano, creando nichos incluso en laderas
muy pronunciadas, para sostener árboles, generalmente olivos, aunque también
almendros, algarrobos, higueras, incluso cepas de vid. De los primeros tenéis
un magnífico ejemplo en el Molino de Pedro Álvarez, o en los huertos de
Almenta, y en algunas explotaciones de La Alberca, Jemáez o en los pagos del
Guadiaro, de los segundos los más bellos y laboriosos los he hallado en
Balastar (Faraján), sobre las faldas de Sierra Prieta, en Yunquera, Montes de
Málaga, y sobre todo en la Axarquía, en Sedella, Salares, Árchez, Sayalonga,
Cómpeta, Canillas de Albaida, Arenas, etc…, donde además de servir de soporte a
complejos agrosistemas de riego, con un gran entramado de tomas y acequias,
existen verdaderos escalonamientos de paredes que siguen fielmente las curvas
de nivel: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>además de su función de
favorecer los cultivos, por sí solos constituyen un elemento humano esencial
para paliar o incluso detener los graves procesos erosivos de aquellos valles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La diferencia entre balate y bancal es que el primero
es una pared, un soporte, mientras que el segundo es la superficie de cultivo(mejor
llamarlo tabla o tablar<a name="_GoBack"></a>), por eso se confunden los
términos, pues en zonas de roca consolidada a veces no es necesario construir
con piedra seca, sino escalonar simplemente el talud, como podéis observar en
el Huerto de los hermanos Conde (ignoro el porqué de “Huerto de Pujerra”), o en
nuestros “Bancales”, bajo el pueblo. Otra acepción es la de Albarrada, también
muro o pared de piedra. No hace falta insistir en este nombre, que hace
referencia a una de nuestras calles más transitadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Diversos nombres revisten los balates según la
función que realizan, pues el de los cultivos es solo una de tantas (Yus Ramos,
2018): si se trata de limitar propiedades mediante muros se llaman <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pasillo</i>si van paralelos, con un camino
entre las explotaciones. De este tipo tenéis un muy bien conservado modelo en
Benajamón. Si sostiene una senda o camino en una ladera con gran pendiente, se
denomina <i style="mso-bidi-font-style: normal;">poyata, poyato</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">poyo</i>, (se me ocurre pensar si el nombre
de nuestra más alta sierra no hace sino referencia al viejo camino hacia Siete
Pilas y el valle del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Guadiaro). Si tiene
forma semicircular y se construye en un fondo de valle, responde al nombre
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">majano</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Pero majano tiene
otras acepciones, que responden a sus diversas disposiciones, como el
apilamiento después de un despiedre de un campo, un elemento de separación para
ganado o explotación, y, según me cuenta Cristóbal Díaz, una especie de murete a
piedra seca con orificio para el fuego que servía de cocina exterior a la casa,
si lugar hubiera, para guisar en verano, con leña claro está, dado el excesivo
calor que en el interior de la vivienda producía un hogar encendido. Os adjunto
una imagen de uno que él mismo ha reconstruido en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un patio del Fresnillo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El caso es que, de una manera o de otra,
perviven en el mundo campesino de nuestra montaña muchos de estos ejemplos
citados, muestra de un pasado en que la vida en el campo era muy ardua y
trabajada, en una tierra hermosa, aunque “áspera y difícil” como la definiera
un cronista real en tiempos de los Reyes Católicos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero hay que advertir que en nuestra provincia
están desapareciendo, sea a causa del abandono progresivo e imparable de los
cultivos en las serranías tras la crisis de la agricultura tradicional, sea por
la especulación brutal a que se ve sometida la tierra axárquica, hecho debido a
la implantación masiva del aguacate en grandes bancales esculpidos a base de
maquinaria pesada, con el consiguiente peligro de grave erosión, en lugar de proseguirla
tradición del balate aunque sea con técnicas más modernas, como se ha hecho con
acierto en algunos pagos de la Alta Axarquía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En definitiva, esta vieja sabiduría de la
piedra pura que sostenía el pan o el maíz, la hortaliza, el aceite o el fruto
de los campesinos, está, como otros tantos usos del campo, en trance de ser
borrada de nuestras laderas, oscureciéndose para siempre lo que fue uno de los
más bellos ejemplos de la comunión del hombre con su tierra, aún presente en
aquellos viejos paisajes culturales<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de
las vertientes del Mediterráneo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">De vuestro
cronista, José Antonio Castillo Rodríguez. Benalauría, Junio de 2021.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-90292914636876047862021-03-29T03:08:00.000-07:002021-03-29T03:08:12.217-07:00<p> </p><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 14pt; text-align: center;"><b>Una
crónica (breve) y un soneto</b></span><div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: 18.6667px;"><br /></span></span></div><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 14pt; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbSW-1jppV-Y3P35MQFNQMvEAIw4kI1h-gS9dvx-QWwG_Ogiqe4rT6CPdL_7W09hRFjJ7t_FJdFd5pxqWCWsKp5JQ66ugI-20ytYdwlnGudNBMwbuwkDv3pZnfln_uhm0pMyvbe6KoNpU/s720/Entierro+de+Cristo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="720" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbSW-1jppV-Y3P35MQFNQMvEAIw4kI1h-gS9dvx-QWwG_Ogiqe4rT6CPdL_7W09hRFjJ7t_FJdFd5pxqWCWsKp5JQ66ugI-20ytYdwlnGudNBMwbuwkDv3pZnfln_uhm0pMyvbe6KoNpU/s320/Entierro+de+Cristo.jpg" width="320" /></a></div><br /></span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 6pt; text-align: center;"> </span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: center;">Benalauría,
abril. 2021. Queridos convecinos:</span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 7pt; text-align: center;"> </span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; mso-spacerun: yes; text-align: justify;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Una nueva Semana Santa se nos viene con los
azahares que surten desde las savias ocultas para perfumar huertos y bancales. Amarillean
genistas y escobonales por cerros y laderas. Florecen vincas, maholetos y
jaras, ciruelos y cerezos. Leves van los arroyos con sus aguas someras y puras,
silba la brisa, se entonan las aves, pasean las nubes sus alburas por caminos
de intensos azules. Ellos no entienden de pandemias ni encierros. No saben de
prohibiciones ante el peligro tenaz y asesino que nos acecha. Y la sierra
entera es como un gigantesco atanor donde se decantan miles de brillos y de
aromas.</span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">A
sus sublimes y familiares olores, destellos y sones nos acogemos, hermosa paleta
sensorial que sintetiza patios de fertilidad, lágrimas de la lluvia, férvidos
soles y los pálidos oros de la luna. Un aura que nos eleva hacia esos otros
recuerdos de las músicas sacras, de los tronos y los pasos entre claveles y
cirios, donde Dios hecho hombre y sufrimiento es paseado bajo el aire de
cristal cuando atardece, y las Vírgenes, acunadas bajo un toldo de estrellas, lloran
por el Hijo perdido.</span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; mso-spacerun: yes; text-align: justify;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">No; este año tampoco podremos. Se nos abre una
rendija pero las puertas siguen cerradas, aunque ese impulso que nos dirige
hacia las calles, bajo músicas, bajo inciensos, bajo ese sol que ya recupera su
fuerza y esa noche que sueña bajo el dulce sigilo de sus sombras, ese impulso,
hibernado en meses de angustia e incertidumbre, vuelve de nuevo porque está
prendido en la esencia misma de nuestro ser mediterráneo. Ese inmenso hogar de azuladas
espumas que ahora regresa a la vida, acunado en su esplendor de diáfanos brillos,
y en los vaivenes y ondas donde habitaron los mitos, los dioses y los héroes.</span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; mso-spacerun: yes; text-align: justify;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Volveremos como el azahar tras su destierro de
helados presagios. Saldremos a los trinos del alba, al sol poderoso que esculpe
la Sierra y el bosque, a los rumores del agua bajo el crisol de la tarde y a las
trémulas estrellas. Tornaremos a la emoción de las flores, de las músicas, de la
cera. En todas partes, en cualquier ciudad, pueblo o aldea. Como cada año, como
cada abril.</span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Os
dejo este mi sencillo soneto para un tan sentido Descendimiento y Entierro que
se nos ha hecho costumbre en nuestro pueblo cada primavera. Disfrutad de
vuestro merecido descanso en estos días de transparencias y retoños, de espejos</span><a name="_GoBack" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;"></a><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;"> y aromas, de esplendentes cielos.</span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Compartid
vuestra vida hasta donde sea posible con discreción, responsabilidad y
prudencia.</span><br /><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 7pt; text-align: justify;"> </span><br /><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><i style="mso-bidi-font-style: normal; text-align: center;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 107%;">A
Cristo, en su descendimiento y entierro</span></i></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 10pt;"> </span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Nadie entone la lágrima o el verso</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">al ver su
cuerpo herido y lacerado</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">colgando de
la cruz, mortificado,</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">la
maltratada piel y el rostro terso.</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 8pt;"> </span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Nadie llore su trágico y perverso</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">final,
ni</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">su</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; mso-spacerun: yes;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">postrer grito angustiado,</span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; mso-spacerun: yes;"> <br /></span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">pues muere
por llevarse en su costado</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">todo el
dolor que colma el universo.</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 9pt;"> </span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Lo bajan de la cruz. La llama alumbra</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">la triste
escena. El pueblo compadece</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">sus heridas
de muerte y sus horrores.</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 8pt;"> </span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">En urna de
cristal, cuando atardece,</span></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">lo
transportan, y luego en la penumbra</span></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">descansa</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 107%;"> Cristo en paz sobre las
flores.</span></blockquote></blockquote></blockquote>
</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-48482090221883059922021-03-09T00:49:00.003-08:002021-03-09T00:49:46.217-08:00<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CRÓNICA DE LA MUJER<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Benalauría, marzo, 2021</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No seré ni estaré nunca cerca de
ningún extremo de donde pueda caerme. El límite entre el ser y la nada me
aterra por lo que tiene de vacío. Y como Antonio Machado, intento no dejarme
atrapar por las voces de los tenores huecos. Tampoco de las que ahora van de
vicetiples. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Viene esto a cuenta de este tan
manejado Día de la Mujer. Tengo de ellas ancestros campesinos y demasiados
genes de montañas, aguas y arboledas, de los que nunca renegaré. De modo que sé
de sus muchas dificultades. De aquellos días siempre iguales al pie del fogón y
la leña, de la panera de ropa y sabañones, de los animales, de la recolección,
de la prole. Y de sus tardes y noches en soledad mientras el hombre se bebía su
amargura en la taberna.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> De ahí venía mi madre, aunque su
vida fuera otra por circunstancias, vida la que hubiera estado atada aunque hoy
ese mundo campesino sea otro, afortunadamente también para la mujer. Sus hijas,
mis hermanas, fueron y son médico y profesora (no me gusta médica como no me
gusta violinisto). Mi mujer, oiga sí, mujer, del latín "mulier" nada
menos, también docente, como mi hija. Tiempos nuevos propiciados por los
grandes cambios en las mentalidades. Tiempos, sin duda, mejores, aunque aún
tengamos que soportar demasiada violencia y muerte a manos de los desalmados.
Hágase justicia y edúquese. Sobre todo edúquese.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Me alegra saber que Helena fuese
el leit motiv de una de las historias más sublimes de la Literatura Universal,
que Dulcinea fuese el bálsamo de la locura de Quijano, que se reconociera el
impagable trabajo de Madame Curie, doble premio nobel de Física y Química. Que
en nuestros días, en las grandes corporaciones haya un creciente número de
mujeres dirigiendo, que una tal Ángela Merkel haya liderado, prudente y
brillante, la Unión Europea, que Ana sea directora de uno de los bancos más
importantes del mundo, que Victoria y María fuesen las neumólogas que me
devolvieron el aliento, que Cari la enfermera o la madre Teresa madruguen cada
mañana alegrando el desayuno a sus enfermos, que María José enseñe a leer a
cientos de infantes sin tregua ni cansancio. Que Julia Roberts nos haya
enamorado tantas veces, como la Streisand o Enma Thompson, que Isenvayeva
volara con el viento, que Diana Navarro sea prestidigitadora del aire, que
Isadora Duncan fluyera como un torrente sobre las músicas inmortales. Que el
mejor gobernante de la Historia de España se llamara Isabel...</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Y sobre todo que muchas de mis
alumnas hayan conseguido casi todos sus sueños.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Espero que muy pronto no tengamos
que celebrar el día de, porque todo el año sea el de... la mujer, libre,
realizada, trabajadora, integradora e inteligente. Sin complejos, ni
etiquetas. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Y lo dicho: las vicetiples y las
divas, al teatro.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>De vuestro cronista, con
admiración, respeto y fe en el futuro, queridas convecinas.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-77369739773288533442020-12-18T02:08:00.000-08:002020-12-18T02:08:21.363-08:00CRÓNICA DE LA NAVIDAD. Diciembre de 2020, el año de la pandemia.CRONICA DE LA NAVIDAD <div><br /></div><div>Diciembre de 2020, el año de la pandemia.<div><br /></div><div><span> </span>Queridos vecinos y vecinas de Benalauría:
Muy difícil se me hace este año pergeñar estas pocas líneas de crónica y felicitación. El mundo está pasando globalmente por una inmensa tragedia que se ha llevado y se va a llevar a millones de seres humanos, que ha casi destruido físicamente a otros muchos, y que ha provocado una gigantesca crisis económica, también global, que golpea sin piedad a decenas de actividades, y a un ejército de trabajadores que ven como, sin esperarlo siquiera hace un año, han perdido todas sus fuentes de ingreso. </div><div><br /></div><div><span> </span>No busquemos culpables, pues no los hay. Si acaso podríamos reflexionar en qué se ha fallado, en la falta de previsión, en improvisaciones inadecuadas que, en un principio, agravaron el problema por todas partes. En nuestra España la tragedia ha ido de la mano, por si fuera poco, de la más absoluta desunión de la clase política, teñida de palabrería, broncas e innecesarias radicalidades. Que cada cual se adhiera a la que más le convenga, yo, a ninguna. Aquí, quienes han estado siempre en su puesto aun a costa de su vida han sido los hombres y mujeres de sector sanitario. Ellos y los que no han parado en sus trabajos esenciales para que el país no se cayera con estrépito, y todos nosotros con él.</div><div><br /></div><div><span> </span>Pero yo sólo soy un sencillo cronista de una pequeña comunidad de la Serranía de Ronda, así que vamos a ello. Afortunadamente, no hemos tenido que lamentar por el momento en nuestro pueblo ningún fallecido por la pandemia, aunque así algunos casos muy esporádicos, de modo que algo se habrá hecho bien, señal de que ha habido prudencia y mucho cuidado hacia los mayores que aquí son población esencial. Los que se han ido lo han hecho por causas naturales o larga enfermedad. En todo caso, descansen en paz. </div><div><br /></div><div><span> </span>Ha sido un año distinto, y nosotros, estad seguros, quedaremos señalados para siempre por esta tragedia. Calles vacías, bajo un silencio aterrador, imágenes que nos recordaban esas distopías de las películas que todos hemos visto: de pronto, la realidad superaba a la ficción. Luego llegó el verano con su tímida apertura, aunque sin fiestas, para de nuevo caer en esta segunda ola en la que estamos, temerosos de nuevos picos, aunque con la esperanza puesta en las vacunas que vienen. Quiera Dios que funcionen y podamos volver a nuestra vida de siempre.</div><div><br /></div><div><span> </span>Benalauría se enfrenta a unos retos más que inquietantes. Si ya de por sí estábamos inmersos en una decadencia y desánimo generalizados, esta epidemia nos puede dar el tiro de gracia si no reaccionamos con presteza. El pueblo está más hermoso y cuidado que nunca, con rincones recuperados y un jardín restaurado y acondicionado, dedicado con justicia al gran naturalista Simón de Rojas Clemente, el verdadero descubridor del pinsapo, al tiempo que se han iniciado las obras del tan ansiado e imprescindible aparcamiento. Con errores también, como ese adefesio añadido sobre los muros de un edificio del siglo XVIII, el de nuestro Ayuntamiento, con la idea peregrina e innecesaria de adecuar unos baños a menos de dos metros de una casa habitada. Un parche absurdo que ha roto líneas y perspectivas en un espacio urbano consolidado, ahora recoveco infame. Supongo que hubo el preceptivo informe técnico, en todo caso ¡qué gran error! </div><div><br /></div><div><span> </span>Pero un pueblo tan bello y cuidado puede convertirse en una suerte de parque temático, frío, sin vida, sin pulso, que es donde estamos ahora. Toca reaccionar, pues hemos pasado de ser un lugar referencial en la Serranía a la mayor de las insignificancias. No busquemos, de nuevo, culpables. Os remito a la famosa frase de John F. Kennedy: “No te preguntes qué puede hacer por ti tu país. Pregunta lo que puedes tú hacer por él.” Esto es de todos, Corporación, asociaciones, pequeños empresarios, gente del campo, vecinos y vecinas. No quedará otra que apretar, que levantarse, que luchar, que aportar ideas, que renovar las ilusiones a partir de las iniciativas del actual Equipo de Gobierno, que ha de tomar el mando con energía e irradiar proyectos y facilitar las iniciativas.</div><div><br /></div><div><span> </span>Esas han sido nuestras debilidades, ahora toca hablar de las fortalezas. Nuestro paisaje, puro, arbolado, de amplios horizontes, de las generosas aguas de dos ríos vertebradores de sendos grandes espacios contrapuestos, el radiante Guadiaro de las tierras adehesadas, de las huertas y el ferrocarril, y el sombrío Genal de castañares de oro y verdes opulentos, o de los pardos alcornoques, quejigos y encinas, entre los que aparecen el pegujal de añosos olivos y los ocultos tesoros del huerto tras su alberca. También disponemos de una buena red de alojamientos que suelen estar bastante solicitados, de unas rutas convenientemente señalizadas para los senderistas, de una magnífica vía ferrata, y, sobre todo de un capital humano, basamento de algunas asociaciones como Montaña y Desarrollo, que sabe y entiende que hay que salir de esta. Con tales argumentos, empuje, determinación, imaginación y buen gobierno nos reconvertirían hacia el punto de donde nunca debimos salir. </div><div><br /></div><div><span> </span>Queridos amigos. La foto que os propongo, de Andrés Mena, nos refleja una luz tamizada, casi etérea, propiciada por las brumas de los levantes sobre nuestra Sierra Bermeja. Pinsapos como símbolo de la fuerza y de la pervivencia. Imagen hecha naturaleza del Niño que se acerca en estos días felices que celebramos todos los hombres de buena voluntad, independientemente de nuestras creencias. Que os sirva de postal. Reuníos con mucha prudencia y seguid con disciplina las recomendaciones de los gobernantes. Y pensad esto: en numerosas casas de nuestro país, la familia no va a discutir sobre qué cenar o comer, sino qué se puede hacer con la alacena vacía y el monedero sin esperanza. Sed muy solidarios. Este año, más que nunca. </div><div><br /></div><div><span> </span>Feliz navidad de vuestro cronista José Antonio Castillo Rodríguez.</div></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-39734003895783856902019-12-17T03:18:00.000-08:002019-12-17T03:18:12.062-08:00CRÓNICA DE NAVIDAD<br />
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De vuestro cronista José A. Castillo. Benalauría, diciembre de 2019<br />
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A pesar de los malos humos que nos rodean, y no hablo en sentido figurado. A pesar de la plaga silenciosa y asesina del plástico en los mares, de los catastróficos incendios en California y Australia, de las inundaciones, de la carbonización que no cesa a causa de los oscuros intereses y la egoísta insensatez. Del recelo a las energías limpias que no acaban de despegar.<br />
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A pesar de estos mediocres tiempos políticos donde se gobierna a base de ocurrencias, que no de ideas. A pesar de la parálisis de nuestra España, sólo en marcha gracias al tesón y la responsabilidad de la mayoría de sus ciudadanos: como se dijo en el Poema del Cid, Dios, qué buen vassallo si oviesse buen señor… A pesar de los falsos profetas que todo lo prometen, que todo lo dan, pero que nunca dan nada salvo a sí mismos y los suyos. A pesar de tanta mentira, de tanta impostura, de tanta injusticia, de tanta falsa supremacía de pensamiento y de pretendida e inmoral superioridad.<br />
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A pesar de los negros nubarrones que algunos anuncian para la economía y bienestar del mundo. A pesar de los padres y madres que ven sus monederos y sus frigoríficos semivacíos a causa de ese paro crónico que les acontece; a pesar de los miles de jóvenes que se levantan cada día con la desesperanza de no encontrar un hueco en esta sociedad que les niega el pan y la sal. <br />
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A pesar de tanto dolor y tanto miedo a causa de los maltratos a los y las más débiles, de los crímenes atroces, del innoble olvido de pasadas y sangrientas pesadillas no tan lejanas.<br />
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A pesar de los miles de inocentes que naufragan y mueren, envueltos en ese inmenso sudario de sal y espuma en que se ha convertido el padre Mediterráneo; a pesar de los que huyen de las infames guerras del fanatismo y la pobreza, cuando no de bastardos intereses económicos.<br />
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A pesar de los que padecen la enfermedad y el dolor inmisericorde, de los que ven como día a día el mal corroe sus cuerpos y su ánimo, de los que lloran una vida cercana que se fue, de los que viven en un pozo sin luz y sin fondo, vagando sin rumbo por los oscuros laberintos de la mente.<br />
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A pesar de todo ello, queridos vecinos, hay que levantar los corazones, mirar a lo más alto de las ásperas montañas, y a lo más profundo y lejano de los mares azules, para intentar hallar la luz, para establecernos en la paz, para seguir caminando con firmeza sin mirar demasiado hacia atrás.<br />
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Y es que es Navidad, nada menos. Una época que algunos, y con razón, denuestan por superficial y despilfarradora, por su hipocresía bien pensante, por su optimismo exacerbado. Sin embargo, esta fiesta de la civilización cristiana occidental parece venir a decirnos, seamos o no creyentes, que es el momento de la reflexión sobre uno mismo, de reconciliarnos con esa maltratada Tierra donde vivimos, de dar algo de lo que quizá nos sobra, y de sonreír, de sonreír siempre, si quiera unos días, una pausa entre tanto egoísmo, entre tanta indiferencia, entre tanto olvido. Ojalá fuera navidad todo el año, me digo a veces, en una reflexión que es sin duda utopía bien pensante y en cierto modo exculpatoria. Como sé que es imposible, me consuelo con ese rinconcito del calendario, entre diciembre y enero, donde se refugia buena parte delo mejor de nosotros mismos.<br />
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Lo de menos es el portal que ideara el Poverello de Asís, el árbol nórdico, o las luminarias grandilocuentes que embellecen nuestras ciudades. Tampoco importan el barbudo del traje rojo, o los tres Magos, quién sabe si Reyes, que caminaban en pos de su estrella. Eso se justifica ya de por sí con la sonrisa de un niño, una de las cosas más bellas que uno puede contemplar, como es la más desgarradora el oír su llanto.Pues procuremos lo primero y evitemos que se produzca lo segundo, en esas escenas terribles de hambruna que vemos desde nuestra insultante abundancia.<br />
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Noche de Paz, canta el villancico inmortal, Patrimonio de la Humanidad, que compusiera en 1818 un maestro austríaco llamado Franz Grüber, y al que puso letra el sacerdote Joseph Mohr.Pero yo os digo, mejor Año de Paz, por siempre, para siempre. Paz, trabajo, abrigo, hogar y pan para todos los seres humanos que poblamos el seno amable y acogedor de nuestra vieja y generosa patria, la Tierra.<br />
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-41109257868224099782019-12-17T03:16:00.002-08:002019-12-17T03:16:47.702-08:00YOU’LL NEVER WALK ALONE<br />
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Tú nunca caminarás solo, cantan los enfervorizados hinchas del Liverpool a su equipo. Tanto en la derrota como en la victoria, ningún otro grupo sabe arropar a los suyos como con este himno inmortal, cuyo encabezamiento es el lema de la institución, grabado en letras de gloria en las paredes del viejo campo de Anfield. <br />
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Nuestro amigo José Antonio cumple 50 años, que dicen son los años de la sabiduría, de la serenidad, de ver las cosas con perspectiva de pasado y de futuro. Menor de dos hermanos, vino al mundo bajo la Plazoleta, tan cerca de Antoñita y Francisquín como de la eterna María Mateos, frente al olor en la amanecida de ese honrado pan nuestro de cada día que Cristobalina, Antonio y sus hijos nos proporcionan, y vecino siempre de Pepe Luis y su gente, delas dos Anita Rodríguez, de Rafalín y Mary Carmen, y del inolvidable Guillermo, de cuya hija Belén es uña y carne. De estudios medios, supo hacerse un hueco como administrativo municipal cuando el gobierno de Begoña, cargo que desempeña desde entonces con eficiencia y honradez.<br />
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Un cargo que le hace estar siempre al pie del cañón, a las duras y a las maduras, que lo mismo vale para un roto que para un descosido, para una defunción y funeral, para un nacimiento, para una inscripción en el censo, para un impuesto que explicar, para una tasa que examinar, para un trabajo que ofrecer y controlar, para un presupuesto que calcular, para un pago que realizar, para un ingreso que incluir. <br />
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Siempre, tras su mesa, allí veréis a Joséantoñito, con su figura oronda y su amable sonrisa, atendiendo cuatro asuntos a la vez, tres oficios que han llegado, dos llamadas que han sonado, tres visitas que esperan ser atendidas, esperando que, de cuando en cuando, que es casi todos los días, llegue el alcalde Eugenio con ese papel urgente que necesita de su atención inmediata, sin que importen todos esos montones de carpetas y expedientes que necesitan ser resueltos. También, como manijero que es de todo lo que se cuece en el municipio, ha de viajar acompañando a la autoridad para ver qué se puede hacer en Ronda, en algún organismo comarcal, o en Málaga, navegando por las difíciles aguas de la Diputación, intentando que la habitual palmadita en la espalda del presidente o la diputada de área se haga realidad en forma de algún proyecto que venga a paliar las graves deficiencias que en estos pueblos acontecen.<br />
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Él sufrió la pérdida cruel y prematura de su madre, y supo paliar el drama familiar con un cuidado exquisito hacia su anciano padre, a quien asistió de manera ejemplar hasta su muerte. Quedose solo, entonces, pues su único hermano vivía y vive junto a la mar sampedreña, aunque nunca lo estuvo, a tenor tanto de las visitas en ambos sentidos de Paco e Inmaculada, como por la amistad que a tantos y a tantas le une; aquélla fue su inevitable desgracia, ésta su suerte, ganada a golpes de ser tan buena persona. <br />
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Él sufre como nadie, pues tiene un puesto donde todo se contempla, la situación de aquella familia a la que no le llega cuando acuden las crisis y los Ayuntamientos tienen que tirar de donde no se sabe dónde. Él ve desde su atalaya las faltas de su pueblo, las continuas averías y desperfectos a los que deben acudir siempre, de noche y de día, en la alegría y la enfermedad, con la calor y la escarcha, esos otros dos admirables factótum que son su primo Fran y su amigo Pepe. Él padece diariamente la falta de presupuesto casi para todo, tirando de la serreta suavemente a los munícipes de turno cuando estos ven el vaso medio lleno, cuando en realidad no es que esté medio vacío, es que a veces ni siquiera hay vaso. Él abre e inicia interminables expedientes para las promesas que no llegan o se eternizan: aquel muro, aquella calle, esa plaza, el saneamiento, los cableados, la fibra, el Wi-Fi, y por supuesto, esas dos obras que amenazan con resolverse cuando ya ni siquiera existan los coches: la carretera y el aparcamiento.<br />
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Y él observa como nadie el mayor de los dramas que atenaza a los pueblos del interior, y especialmente a los serranos: la creciente despoblación, el abandono de las actividades, del monte y de las tierras, los negocios que no funcionan, el envejecimiento irrefrenable, las casas cerradas que ya no se abren, las calles que se quedan medio vacías.<br />
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Esa es su vida diaria y esos sus aconteceres, a los que se añaden su continua colaboración en las fiestas del pueblo, sobre todo en lo que respecta a la Iglesia, donde guarda y expone, viste, adorna y organiza, bajo la atenta e implacable mirada de Isabelina, no vaya a ser que un clavel se haya salido del jarrón, esa vela se apague, la Dolorosa se vea descolocada o Padre Jesús tenga una mancha en la túnica. <br />
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También, y por fortuna, sus repetidas visitas a sus innumerables primos Villanueva, y a sus numerosos amigos de toda edad y condición, hogares donde concelebra merendonas de dulces y matanzas, o tal vez festines en los que participa con su acreditado buen hacer en la cocina, en esas interminables tardes del invierno, cuando la falta de luz abre las bombillas y la lluvia extiende su manto de niebla y nostalgia por los cerros y vaguadas del Valle.<br />
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Amigo de todos, buen conversador, nunca en él la malicia o la crítica desmedida o el comentario inapropiado. Observa, opina a veces, otras calla, y siempre propone aquella salida, un viaje inesperado, una reunión con pretexto o sin pretexto, con un vaso de vino cuando su salud se lo permite, y una buena comida a propósito de lo que sea, que lo que sea siempre viene bien para estar con la gente, con esa gran familia en que se ha convertido su pueblo entero.<br />
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No, amigo José Antonio. No estás solo en este mundo. Tus vínculos son demasiado fuertes, tus quehaceres demasiado imbricados en la sociedad en la que vives, tu dedicación a los demás en permanente actitud, tu sonrisa en generosa prestancia. Termino como comencé: por todo ese trabajo, por todo ese afán y por toda esa amistad, tú nunca caminarás solo.<br />
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De tu amigo, don Pablos, Benalauría, a 23 de noviembre de 2019.<br />
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-6636018403731769442019-09-17T00:15:00.003-07:002019-09-17T00:21:06.136-07:00DON JESÚS, EL MÉDICO<b>DON JESÚS, EL MÉDICO</b><br />
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De vuestro cronista, José Antonio Castillo. Septiembre, 2019.<br />
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Aunque sea su natural sencillo y nada proclive a los halagos, don Jesús merece, después de tantos años, casi treinta ya, unas palabras escritas en este foro, si quiera por su labor callada, por su celo, por su amor a la carrera y al juramento que se le requiriera, de atender al enfermo o herido en toda circunstancia y lugar, de curar hasta donde se pueda, de anunciar la vida que viene y certificar la muerte del que se va, de consolar al afligido por la pérdida o al desesperado que no puede más. Él lo consiguió con creces y en demasía, desde la profundidad de su saber, de sonreír siempre, y siempre es todos los días, y desde esa confianza que destilan sus manos, su actitud y su mirada.<br />
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Llegó desde su Málaga con Begoña, esa alcaldesa que supo y pudo concitar y encauzar las actitudes y afanes que vinieron a cambiar la fisonomía y las expectativas de este pueblo, y desde entonces no ha cesado de hacer su trabajo, día a día, guardia a guardia, visita a visita, con sus niños y sus niñas, con sus enfermos crónicos y ocasionales, con los que viven aquí y con los transeúntes, con sus viejitas, con sus embarazadas, con sus accidentados. Nunca le oí un reproche, ni una crítica dirigida ni siquiera a esa administración que tan mal los trata, nunca una queja por su excesivo trabajo y las dificultades, las distancias y la falta de medios para realizar su labor. Nunca. Por el contrario, la disponibilidad a diario, el consejo certero, la sabiduría expresada que emana de su dilatada experiencia en el mundo rural que él escogió, lejos de los grandes centros hospitalarios y las ciudades, de los oropeles de las clínicas privadas y sus fríos colores que anuncian un falso bienestar, porque su vocación le impelía a restar el dolor a los más indefensos, a los que están más aislados, a los que son más pobres.<br />
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Siempre dispuesto, suele acudir al lugar donde más se le necesita, porque él sabe dónde están los que sufren y padecen, y lejos de cumplir su estricto horario, se presta a paliar ese mal que ya no tiene cura, o ese sufrimiento familiar que no es posible aminorar si no es con esa visita que abre una puertecita a la esperanza, porque, insisto, él lo hace posible desde el corazón y no desde la profesión.<br />
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Amigo de todos, y desde luego de sus amigos, sabe también echar ese buen rato que, más que nadie, necesitan los profesionales de la salud pública, resignados a convivir cada día con la enfermedad que no cesa, con la desesperanza que aparece de golpe, como un guantazo inmisericorde, o con la muerte que se anuncia. Hombres y mujeres esforzados, siempre en la orilla de lo más doloroso de la condición humana. Y lo hace como uno más, casi escondido, sin pontificar nada que no haya demostrado en sus años de servicio a estas comunidades rurales a las que ya pertenece de pleno derecho.<br />
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Algunas calamidades alcanzaron hace poco a su familia, azotada por inclemencias inauditas, sobre todo la inesperada muerte de su hermana Ana, también profesional de la medicina, a quien se llevó en plenitud, cruel e inesperadamente, un viento extraño e implacable que asoló a su familia. Pude ver a Jesús en el funeral y comprobar que, aun desde la noble profundidad de sus ojos, tal vez se rebelaba contra tamaña injusticia, y sin embargo, sabedor de lo inexplicable de la vida y de la muerte, y atribuido de esa bondad que le caracteriza, en su cara triste y atribulada por aquella desgracia sin consuelo me pareció ver como esbozaba una tímida y resignada sonrisa.<br />
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-91979600050552464422019-08-19T03:06:00.000-07:002019-08-19T03:07:14.564-07:00HEMOS CONSEGUIDO ALGO MUY GRANDE<b>HEMOS CONSEGUIDO ALGO MUY GRANDE</b><br />
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-Traedme ese moro ahora.<br />
-Así lo haré si me aguardas.<br />
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El día 4 pasado Benalauría se entregó a su fiesta en cuerpo y en alma. No había en esa mañana luminosa y alegre ni un centímetro cuadrado que no estuviese ocupado por una bella andalusí, por un belicoso campesino, por una cristiana o un mudéjar airado. Caballos bien arriados, gallardetes y estandartes, velos, espadas, horquetas, bieldos. Cascos relucientes, cotas, turbantes, banderas, pañerías, y la gente, niños, niñas, mayores con demasiadas canas y otros en trance, gentes de dentro y de fuera, estos ya vestidos y agregados a la celebración, como si fuera suya porque ese fue siempre nuestro deseo y nuestra recomendación: la Fiesta sin límites, para todos, con buena voluntad, con alegría, bajo la acogedora hospitalidad que siempre hemos procurado.<br />
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Estamos en la cima, queridos amigos, y eso es bueno, es hermoso y satisfactorio tras lo que ha significado un trabajo bien hecho. Demasiados años ya, y aquí seguimos hasta donde Dios nos dé fuerzas, y en su caso podamos y sepamos transmitirlas a los que vienen detrás. Estamos instalados en un éxito indiscutible, que nos ha llegado a través de un gran esfuerzo colectivo, de una organización que gana en efectivos año tras año, de una técnica que se perfecciona, de un exorno que nos embellece las calles y plazas, de un elenco de actores que nos hacen crecer la emoción, sin que se noten los relevos, porque los nuevos han aprendido, y mucho, de los que se fueron, que siguen ahí. De unos extras disciplinados y siempre dispuestos, siempre, celebración tras celebración, sin fallar nunca aunque las fuerzas faltena veces tras tanto jolgorio.<br />
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Hemos conseguido el colorido y la acción, las actitudes y las palabras, la puesta en escena más provechosa y ajustada que en el mundo hubiera, dada la multitud y dados nuestros escasos metros, para que todos puedan estar, sin que falten nadie ni nada, incluso la oración ritual a Dios o a Allah, sin que parezca extraño, pues aquí todo cabe dentro del respeto, de la tolerancia, de la concordia, de la diversión sana y alegre. Y tenemos nuestro nuevo libro, con notas brillantes de expertos estudiosos, incluso con la natural controversia historiográfica que aquí admitimos desde siempre; un libro bello con imágenes de magníficos fotógrafos y un texto limpio y cuidado, en una edición hermosa que nos va a dar más prestigio y nos va a conceder más rigor.<br />
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Y todo esto no puede ser casualidad, no. No lo es porque es imposible concitar tanto entusiasmo y tanto esfuerzo si no hay detrás algo muy potente. No lo es porque a buen seguro el trabajo se engarza y se traba en un imaginario colectivo que ha llevado a este pueblo a convertirse en un gran plató donde todos los hombres y las mujeres, sin importar edad o condición, han superado el límite de la realidad para vivir en una ficción que han hecho suya, porque supone la raíz de su propia historia: se han creído a pie juntillas que ellos son los campesinos y sus mujeres, las andalusíes, hermosas y alegres, y los aguerridos moros, en su pueblo, por su pueblo, en un grito que ha de resonar por toda la Serranía: tenemos derecho a sobrevivir, tenemos la necesidad de permanecer en nuestra tierra, tenemos la necesidad de un trabajo útil, digno y provechoso. <br />
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Una fiesta como símil de una aspiración vital en una tierra olvidada y escondida, que sin embargo se levanta cada día con la noble aspiración de habitar su hermosa serranía.<br />
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-40535496618788334542019-01-23T03:17:00.000-08:002019-01-23T03:17:01.536-08:00LA DIGNIDAD Y LA MEMORIA El sábado 19 de enero se celebró en nuestro pueblo el II Foro de Pueblos en Movimiento. Más de cien participantes tomaron parte en las charlas y debates que se fueron desarrollando, en jornada completa, primero con las brillantes aportaciones de los ponentes, profesores Francisco Boya y Rufino Acosta, más tarde con los debates, reuniones y organización de comisiones. Más allá de las formalidades que este tipo de actos requiere, lo que se detectó allí fue el entusiasmo y el trabajo bien hecho por parte de la organización, incluyendo aquí el apartado gastronómico (cuánto se echa en falta un equipamiento eficaz, ahora perdido en la nada, para conceder hospitalidad al visitante), la mayoría aplastante de jóvenes, y la prestancia de todos y cada uno por aportar alguna idea o propuesta para conseguir que la voz de los pueblos pueda oírse, alta y clara, allá donde corresponda.<br />
Los pueblos del interior, ese mundo aún rural, delicadamente campesino, se nos están quedando vacíos. Cualquier estadística que se precie nos indica el devastador efecto de la emigración hacia las periferias marítimas o las grandes ciudades del interior, con su corolario de abandono del campo, que tanto sufrieron los pequeños propietarios, la descapitalización, la pérdida o insuficiencia de equipamientos, el envejecimiento de la población que permanece, y un desánimo que actúa como un martillo pilón sobre las mentalidades y la conciencia colectiva. Cunde la idea de no hay solución, de que todo está perdido, de que no existen políticas que puedan solucionar este drama, y de aquí, la resignación, la desesperanza, la falta de objetivos ante un futuro que se atisba como inevitable fatalidad.<br />
En nuestro Genal, el paradigma de la despoblación salta a la vista cuando contemplamos los pueblos semivacíos, ya casi aldeas, el abandono de los terrazgos, y la ocupación del antaño espacio productivo por el monte voraz que, implacablemente, va ensortijando un paisaje que fue singular, en que hombre y naturaleza convivían desde hace siglos en armonía y mutua dependencia. Aquí, como tuve el honor de advertir en el cierre de la jornada, la paradoja del progreso se hizo patente desde finales de los 50 del pasado siglo, esto es, la llegada de nuevos materiales, combustibles, carreteras y transporte, así como de las tecnologías de corte industrial, vinieron a mejorar la vida, sin duda, de estas pequeñas comunidades, pero al mismo tiempo destruyeron cientos de oficios y ocupaciones, al par que distorsionaron la rentabilidad de las explotaciones, incapaces de competir con los sistemas productivos que generaba la agricultura comercial. En absoluto se propugna desde aquí una vuelta a ese pasado, lo que constituye una quimera cuando no un idealismo romántico absolutamente estéril: la pregunta es, ¿qué se hizo tan mal en nuestras sociedades abonadas al progreso desmedido para no sustituir esos viejos oficios y ocupaciones que propiciaron el abandono y la migración, por otros que sujetaran a las cohortes más jóvenes en sus pueblos de origen? ¿Cómo no supimos ver un problema que a la larga provocaría una de las injusticias distributivas más crueles en el seno de las pretendidamente avanzadas sociedades occidentales?<br />
La segunda paradoja, circunscrita concretamente a la montaña malagueña, es que la emigración masiva a la Costa del Sol supuso en un primer momento un vacío de población dramático en muchos casos, aunque hoy, los hijos de esa migración procuran un evidente retorno de capitales en lo que respecta a la recuperación de las viviendas familiares que se abandonaron entonces, contribuyendo a la conservación de los pueblos, y,tal vez, gracias a la pervivencia de un cierto atavismo, a modo de retiro o como segunda ocupación en los espacios temporales de ocio, se ocupan en cierta medida del cuidado y recuperación de algunos agrosistemas. También se observa una pequeña, por el momento, migración pendular, es decir, de ida y vuelta en el día, o en ciclos cortos, favorecida por la mejora de las comunicaciones, que puede paliar la falta de trabajo y oportunidades que en los pueblos se ofrece. <br />
Ni que decir tiene que la calidad ambiental de esta montaña comienza a ser un valioso recurso para una población creciente en la conurbación costera y las ciudades relativamente próximas, y para un turismo foráneo que demanda hoy algo más que el sol y la playa. Así, esa Costa devoradora de recursos y de hombres, puede estar comenzando a devolverlos en base a su propia saturación de un lado, y de otro a demandar de manera creciente los valores ambientales que los valles interiores ofrecen: es mi idea, plasmada en una próxima publicación, de “La Montaña Protectora”, porque de ella emana gran parte del bienestar y la calidad de vida que se disfrutan en los microclimas costeros, y hablamos no sólo de esos valores climáticos, un recurso inigualable e imbatible, sinode la reserva y nacimiento de las aguas, de las arboledas y bosques, verdadero pulmón verde para la gran aglomeración costera, de los viejos usos como valor etnográfico, del disfrute de los caminos y de los pueblos, en una vuelta a los orígenes, siquiera sea como experiencia y alternativa al ajetreado mundo urbano. Concretamente, el Valle del Genal ocupa el quinto puesto en biodiversidad de entre todos los espacios naturales de Andalucía, y Sierra Bermeja el primero, sin que apenas se beneficien de protección: he aquí una injusticia flagrante, sobre todo en lo que respecta a Bermeja, por cuanto sus excepcionales valores geobotánicos y paisajísticos quedarán fuera del futuro y vecino Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. Injusticia, ignorancia y no sé si maldad.<br />
Es a partir de esta perspectiva desde donde hay que comenzar a recuperar nuestra dignidad. Nada de lamentos por una pobreza que no es estructural, sino sobrevenida. Nada de limosnas vergonzantes, ni de conmiseraciones o de búsqueda de algunos votos por parte de las administraciones. Todo de valoración de los propios recursos, de puesta en marcha de políticas sectoriales que constituyan desarrollos sostenidos y sostenibles, de comunicaciones mejoradas para vertebrar tanto al interior de la Serranía, como en lo que respecta a las salidas hacia la fachada marítima y las centralidades urbanas e industriales. Todo para los equipamientos, aunque éstos sean optimizados en colectivos eficientes, y todo para procurar el cuidado del monte y la arboleda, la prevención de incendios, el desbroce de caminos, las repoblaciones selectivas.<br />
Es la hora de recuperar la dignidad, pero también es el momento de hacerlo con la memoria colectiva, la memoria hecha paisaje. Los pueblos que pierden esta memoria están condenados a desaparecer, pues al abandonar su esencia y fundamento pierden su razón de existir. Memoria y dignidad deben de ir unidas en el arduo camino que este Foro ha emprendido, el resto es responsabilidad de la sociedad, de la política con mayúsculas, si es que ésta deja de reflejarse en el espejo fatuo de la rentabilidad a toda costa, y apuesta por mirarse, sin bajar los ojos, en las personas que necesitan de su impulso y ayuda.<br />
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De vuestro cronista, José Antonio Castillo Rodríguez<br />
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-33005277178733019092018-08-08T00:48:00.000-07:002018-08-08T00:48:37.958-07:00CRÓNICA DE UNA MAGNÍFICA FIESTA<b>CRÓNICA DE UNA MAGNÍFICA FIESTA</b><br />
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LOS MÚSICOS Y DANZARINES DE LA PAZ<br />
<br />
Desde Tánger nos vino la paz en forma de dignidad, adornada por ritmos que se pierden en el fondo del alma africana. Crótalos que vieron libiofénices, griegos y romanos, atambores para significar el latido del corazón ardiente de los grandes desiertos, ese océano de fuego y arena surcado por las caravanas, alguna cuerda tensada por sabias y honradas manos, y amor por el propio pasado, en forma de danza y grito, entre festivo y angustiado, de percusiones inauditas, bellísimas, evocadoras. Dar Gnawa, nunca os olvidaremos, porque tal vez, Inch Allah, habéis vuelto, sin saberlo, a beber de la fuente de alguno de aquellos antepasados que fundaron este pueblo, los Banu-l Hawariyya, que luego marcharon a Tánger, ahora vuestra casa.Salam, y volved, amigos.<br />
<br />
LA SAUNA<br />
<br />
En el ilusorio intento de paliar la calor, alguien dispuso, con toda su buena voluntad, que un toldo de material plástico, diáfano, ensombreciera la Plaza. El caso es que sol no entra, no, pero sus rayos achicharran la tela, sus efectos la traspasan, y lo que debía ser espacio de sombra amable se ha tornado en invernadero donde, atrapado el calor del suelo por la falsa vela, rebota con toda su fuerza en calorías despiadadas, presas y recalentadas sin cesar, que producen al ingenuo inquilino del recinto terribles sofocos. Déjese en paz al aire, caliente ya de por sí, o colóquense puntualmente sombrillas donde se requiera (son más baratas y fáciles de instalar), y que la gente se refugie donde le plazca, al albur de la brisa cuando sople y de la calor propia del verano y de la fiesta.<br />
<br />
DE TRIANA, SAHUMERIOS Y NEFERTITI<br />
<br />
La última noche nos reservaba la sorpresa de un grupo musical, bueno, bueno, con una singularísima puesta en escena que pasaba por el humor, la improvisación y una suerte de escenografía que podía incluir tanto salmodias y coreografías en una especie de“gregoriano-pop”, como la presencia del dios Anubis en su forma de chacal, y la danza de una especie de Nefertiti, la bella egipcia que desposara el Akhenaton, el faraón hereje. Luegohomenajearon al mítico grupo Triana, con una fidelidad tal que hicieron llorar a los viejos corazones que conocieron a Jesús de la Rosa y su hueste, allá por los finales 70. Con Sentimiento de amor, Abre la puerta, niña, pues con Tu frialdad, Sé de un lugar, donde el Señor Troncoso habita con los Hijos del agobio. Estremecedor.<br />
<br />
DESPEDIDA<br />
<br />
La Fiesta de moros y Cristianos resultó bellísima en colorido, casi perfecta en su puesta en escena, convincente en la interpretación. El colofón fue la emotiva despedida de Beatriz y Cris, que dejan sus papeles. Bea nos enervaba siempre con su energía desbordante cuando impele al Alcalde a atacar a “esos moros insensatos”, Cris ha sido desde el comienzo el punto y final de la tragedia del desarraigo de los mudéjares de la Sierra. Nadie como él supo transmitirnos el dolor del abandono y del exilio, hasta el punto de que su nombre ficticio Al Xamais irá con él para siempre, como su alberca y sus bancales de mandarinos, allá en las laderas de Jemáez. Como dijo quien esto escribe, imitando al rey Faisal cuando despedía y daba las gracias al coronel Lawrence allá por 1918, “nuestro pueblo ha contraído con vosotros una deuda impagable”.<br />
<br />
De vuestro cronista, José Antonio Castillo, agosto de 2018.<br />
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-69094413370365148732017-12-11T04:01:00.001-08:002017-12-11T04:05:00.141-08:00EL VIOLINISTA EN EL LABERINTO<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>EL VIOLINISTA EN EL
LABERINTO</b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>(Una ingrávida y
esperanzada música en la antesala de la Navidad)</b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Desde la plaza del pueblo unos
objetos extraños, decían que faroles de papel con una candela breve en la base,
subían hacia el cielo oscuro como luciérnagas anaranjadas, iluminando
brevemente el espacio, ascendiendo sin parar, hasta que agotado el combustible
que los impulsaba desaparecían de la vista, cayendo tal como habían subido, en un
discreto silencio sobre arboledas y pastizales. Entre esa enternecedora y misteriosa
escenografía se abría paso la melodía de un músico cuya viola arrancaba también
delicados destellos a la noche.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
En 1971, Norman Jewison nos
sorprendía con el musical “El Violinista en el Tejado”, un relato de las
vicisitudes de Ret Tevye y su familia judía en la Ucrania de finales de siglo.
En realidad, la idea de modernidad contrapuesta a la tradición no fue más que
el pretexto para que la bellísima música del gran John Williams, partiendo de
un enigmático violinista que cuelga sus acordes divinos del alero de un tejado,
significara una recurrente y amable sombra que respondiese a esa pregunta que
Tevye se hace de manera permanente, mirando a ese cielo que nunca le responde (<i>IfI were a richman / Sunrise, sunset /
Tradition</i>). ¿Qué hacer? ¿Qué camino he de tomar? El hecho fue que sus hijas
Tzeizel, Model y Shava se casan con sendos jóvenes no impuestos por la
casamentera, y el camino no fue otro que el exilio y la huida de la represión
del Zar, abandonando su hogar y su granja junto con su gente, aunque conservara
el misterioso sonido de ese violín cuya melodía se llevaba entre los pliegues
de su alma.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Benalauría se halla hoy, como la mayoría de los pueblos de montaña,
abocada a abandonar, como Tevye, una tradición de la que apenas conserva ya
unos pocos retazos, y a emprender un camino de dudoso final. Rota y
desvertebrada la vida campesina que constituyó aquella “cultura de las laderas”,
común a toda la montaña del Mediterráneo, el progreso vino para destruir la
esencia y los pilares de aquella vida, con el corolario del abandono de la
actividad, por la caída de las rentas, la desaparición de los antiguos oficios,
la emigración, el envejecimiento, la despoblación, y el lento pero inexorable avance
del monte sobre los terrazgos donde aún se ven los restos de los bancales, de
los frutales engullidos por el zarzal, de los venerables olivos casi
asilvestrados.Entonces, ¿qué hacer?, ¿qué camino tomar?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Las políticas europeas de
incentivos en estas últimas décadas han paliado la sangría de la montaña, pero
pasados los efectos del parche, la herida sigue abierta y el flujo vital de la
Serranía se va derramando inexorablemente. La selva avanza victoriosa sobre el
paisaje, el campo se abandona, los pueblos van cerrando sus puertas, con calles
y plazas que han olvidado los alegres juegos infantiles. <br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
El panorama se nos podría mostrar aterrador, pero unos cuantos
resisten. Son los que saben qué hacer, los que aguantan el envite de este
pretendido progreso del despilfarro y del triunfo de lo superficial. Son los
que se aferran a su tierra, a su casa, a su pasado. Y desde esa fuerza casi
telúrica que los impele a permanecer forjan nuevos y antiguos productos nacidos
del campo que tanto aman; reconstruyen, transfieren o divulgan los <a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a>valores de esta tierra (¡qué maravillosa experiencia la de
estos días de aceite, moliendas y sabios olivos, propiciados por Paco Lorenzo!
¡Cuánta belleza y cuánto amor destilan esos molinos en miniatura que apareja
Antonio Millán!). Ese es su arduo camino, ese es su esforzado afán, y ese es y
será su triunfo, reflejado en esta heroica y digna fiesta de la artesanía que
hemos compartido.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
En la noche de los faroles anaranjados
que pugnaban contra la oscuridad con su llamita de esperanza, la música del
violinista no descendía de ningún tejado, sino que se paseaba por las intrincadas
calles de este pueblo (el “Laberinto en vertical” que sugiriera Felipe B. Reyes),
conjugando con sutiles notas las esperanzas y los temores de las gentes que se
agolpaban en la plaza. Bajo la serenidad de música tan bellamente interpretada
y envuelto entre las leves luces de la iluminación navideña, ajeno al frío y
otros sinsabores, me vinieron a la mente las imágenes de aquella película que
un lejano día me recrearon el paso del tiempo y los cambios que éste comporta.
Todo pasa, nada permanece, dijo Heráclito de Éfeso hace más de dos mil años,
pero tal vez lo que pasa no sea necesariamente mejor que lo que permanece,
aunque lo que permanece no deba quedar inmutable. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Que no os quepa duda; Benalauría sobrevivirá mientras haya hombres y
mujeres que no se resignen. Vivirá si persiste el chorro de la alberca, el
tablar con sus almácigas, el rastro del arado y el olor a pan recién horneado.
Mientras los vientos canten sobre el chaparral y los castañares doren los
ocasos, mientras acudan las nubes de los ponientes y se vistan de nieve las
altas sierras, mientras regresen las flores, corran los arroyos y se oigan los cantos
del grillo y la oropéndola. Mientras el río camine bajo la verde despedida de
las hojas del chopo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Al final, entre las dudas y los temores, pedía yo al cielo que no cesaran
los acordes mágicos de aquel misterioso violinista que a buen seguro no habría
de perderse aquella noche en nuestro laberinto.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
De vuestro cronista José A. Castillo.</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
Paz y Feliz Navidad, austera y solidaria.</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-49639932083041618662017-11-08T23:51:00.000-08:002017-11-08T23:51:34.545-08:00A los emigrantes de Benalauría en Cataluña<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Sabido de
todos es que Andalucía es tierra proclive a la salida de sus hijos. Muchos de
ellos lo hicieron, algunos para no volver, al País Vasco, a Cataluña, a Madrid,
incluso a ciertos países europeos. Benalauría no fue ajena a esas migraciones y,
aun cuando la mayoría se dirigieran hacia la cercana Costa del Sol, algunos de
nuestros vecinos se instalaron en esos lugares antes citados, especialmente en
Cataluña. Allí encontraron su nuevo hogar dos hijos de Francisco Almagro, Los
Almenta y los Romero, los Mena, la familia de Pepe Caporro, Joaquín “El Santo”
y su gente, los Guerrero Román, y los apodados “Calcetas” (perdonad si me dejo
alguno; atribuidlo a la ignorancia, nunca al olvido).</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Abandonaron por necesidad su paisaje, su
pequeño campo si lo hubiera, su casa, su pueblo, su familia, sus amigos. En el sitio
de acogida se dejaron la piel y, soslayando dificultades y añoranzas,
contribuyeron con su trabajo a la prosperidad de esos lugares, mientras veían
crecer a sus hijos frente a un horizonte bastante más despejado que el que
ellos conocieron en sus pueblos de origen. Este cronista y su amigo Antonio
Delgado pudieron comprobarlo y disfrutar de la generosa hospitalidad de Pepe
Almagro y su esposa, pues con ocasión de una visita desde Tremp, donde
realizábamos las Milicias Universitarias, fuimos recibidos con gran afecto en
su bar, en Balaguer, degustando más tarde lo mejor de su carta, y disfrutando a
continuación de un paseo por la ciudad y alrededores. Corría el verano de 1971. Pepe
y su familia, como el resto, habían prosperado gracias al tesón, al esfuerzo y
la perseverancia en el trabajo, y, perfectamente integrados, regentaban un
establecimiento modélico en la ciudad leridana.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Hoy Cataluña pasa por momentos muy difíciles,
pero también España.Y ello a pesar de ser una de las autonomías con más renta
por habitante, no sólo de nuestro país, sino de Europa.Es sede de grandes
empresas, de miles de PYMES, de grandes bancos. Es líder en turismo, y
Barcelona se ha convertido en una de las ciudades más importantes del
Mediterráneo. Nunca disfrutó de mayor autonomía política, económica y cultural,
y sin embargo,tras más de 500 años de unión, pretende la separación de España, paradójicamente
el mayor de sus mercados, en un momento en que la globalización, los sistemas
de comunicación y la uniformidad cultural se adueñan del planeta, y cuando la
vieja Europa derriba las fronteras y los odios que le costaron dos sangrientas
guerras que se extendieron por casi todo el mundo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Basado en una
idea exclusivista e insolidaria (de Andalucía son nueve de los diez pueblos más
pobres de España), este nacionalismo radical se empeña en el desprecio de lo
ajeno y en la superioridad de lo propio, por ello es, en el fondo y en la superficie,
profundamente reaccionario. Y en eso estamos; en un conflicto que separa a los
catalanes de un signo de otros muchos que se les oponen: Cataluña se ha partido
peligrosamente en dos, y así las cosas,el Estado ha tenido que actuar para
preservar el orden constitucional. Nadie gana con esta situación, y a la vista
están la fuga de empresas y turistas, la caída de las inversiones, y en el
plano humano, la quiebra de la convivencia, incluso entre amigos y familiares.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
Siento una
inmensa tristeza por esa querida tierra catalana donde habitó parte de mi
familia, y que me acogió con sus aires de libertad, de esplendor cultural, de
progreso, cuando me desplazaba desde el campamento de Talarn hacia aquella
espléndida Barcelona, o a los grandiosos Pirineos de Aigües Tortes y del valle
de Bohí (¡qué sencilla belleza del románico de la iglesia Tahüly sus pinturas!),
de la tierra de Aránode las bravías montañas del Cadí. Hacia los campos amables
ylas ruinas romanas de Tarragona, al paraíso mediterráneo del Montseny, a las
calas de la Costa Brava…¿Quién se atrevería a decir que la inmensa mayoría de
los españoles no amamos Cataluña?¿Por qué nos la quieren arrebatar?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
A vosotros,
queridos emigrantes de Benalauría, quiero dedicar esta crónica, porque entiendo
que necesitáis de nuestro apoyo en estos tiempos de tribulación. No os hemos
olvidado. Perseverad en vuestra catalanidad, tan hispana, y pensad que, después
de la tormenta, las aguas turbias se tornarán en un remanso que devuelva a esa
tierra la convivencia, la justicia y el progreso de todas<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a>
sus gentes.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -2.85pt; margin-right: -22.7pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
De
vuestro cronista, José Antonio Castillo Rodríguez. Noviembre, 2017.</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-32017746748506975332017-06-13T11:03:00.001-07:002017-06-13T11:03:44.094-07:00LA TRAMA<div align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -1.75cm;">
<span style="font-size: 12pt;">LA TRAMA</span></div>
<div align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -1.75cm;">
<br /></div>
<div align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -1.75cm;">
<span style="font-size: 12pt;">(Crónica de una primavera tardía. José A. Castillo Rodríguez, Cronista Oficial)</span></div>
<div align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -1.75cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm;">
<span style="font-size: 12pt;">Con la llegada del cálido aire de junio, cuando taludes y vertientes conforman un entretejido de flores silvestres, y en el sotobosque verdean helechos, candiles, zarzaparrillas y brezos, invade las calles del pueblo un olor inconfundible a pura infancia, a puro tiempo perdido que, a fuerza de nostalgias, nos rememora irrepetibles momentos de inocentes juegos, de intensas luces recobradas, de paseos y emociones compartidas entre pétalos que intentaban ser palabras de amor.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm;">
<span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm;">
<span style="font-size: 12pt;">Era la trama, la flor del castaño, que se arracima en guedejas de oro a partir de los ramajes, bajo los que se escenifica la húmeda y fresca umbría del castañar. Los árboles, adornados ahora con esa trenza dorada, suavizan sus perfiles oscuros en el paisaje que diseña cumbres y barrancas, que baja hasta los valles inquietos, que se manifiesta entre la severidad del alcornocal y la rotundidad de los recios quejigos. Es una imagen de ameno silencio de brisas, de solemnidad lumínica dictada desde los intensos azules en los que el sol, señor de la tierra, ordena que el bosque brille, que las aguas se hagan cristal, que las choperas y alisedas estrenen su renovada escenografía de vuelos de plata, que la digna cal de las aldeas reverbere en sus limpios y breves átomos, como si fuesen desperdigados jazmines sobre el pastizal, y que la Sierra toda sonría y se haga patente en las miríadas de los aulagares, escobones, genistas y majuelos, de las dedaleras, vezas y margaritas, del almoradux y el cantueso, de las alegres adelfas que marcan los quebrados caminos de arroyos y fuentes.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm;">
<span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm;">
<span style="font-size: 12pt;">Es la trama, ese olor a dulce preludio de la luz, de las mágicas noches de altos barandales de lunas, de los cantos incesantes de las chicharras, esa cálida orquesta que posa sus percusiones en las ramas del chaparro, de los primeros baños en las aguas puras del río, con las también primeras pisadas sobre la casta arena y las chinas que tapizan las orillas, colocadas en un maravilloso azar que quiere ser una organización estricta de colores y texturas junto a la corriente. Por ellas y entre ellas, no será extraño ver el enhiesto tallo de las junceas, y los verdores del culantrillo, del aromático mastranto, y de ese extraño helecho, la cola de caballo, que parece sobrevenido desde los albores del mundo. Es también el tiempo del sagrado aroma a la tierra recién regada de un bancal, a costa de una humilde alberca que forjó su caudal a partir del llanto de las estrellas.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm;">
<span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a> <span style="font-size: 12pt;">Al tiempo que la trama, los parvos pegujales de cerezos disponen su universo: es como si sangrasen su savia de inauditos azúcares en gotas encarnadas, rojas, a veces con toques cobrizos, posadas en los apéndices de los ramajes, casi siempre de dos en dos, como si quisieran doblar su néctar y hermosura. Cada fruto fue pura nieve meses antes, y de esa castidad, de esos copos en flor, nada podría resultar tan sugerente como la pequeña, perlada y exquisita cereza, toda la perfección de la madre tierra comprimida en su textura y su sabor, y compendio de la copiosa generosidad del campo a finales de la primavera.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm;">
<span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -0.5cm; margin-right: -0.5cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;">La trama es también, junto al helecho, el aroma que acompaña la Custodia el día del Corpus, en esa procesión que va de altar en altar, visitando cada rincón del Pueblo que, ahíto de flores, repite ahora todos los colores de la montaña. Después de esta fiesta, el verano se abatirá con sus alas doradas sobre el Genal y su tierra, cada día con su alba en frescos resplandores, con la flama caliginosa de sus mañanas, y con esos atardeceres de malva y celeste, en los que la permanente sinfonía de los pájaros se interpretará a partir de un inmenso pentagrama de armonía y plenitud.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-76063271351951421042017-03-22T10:04:00.000-07:002017-03-22T10:04:08.609-07:00RUFINA, EL ÚLTIMO CAMPESINO<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">RUFINA, EL ÚLTIMO CAMPESINO </span></b><b><span style="font-size: 9.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: center;">
<h2>
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><b>Crónica de la primavera. José A. Castillo Rodríguez. Marzo, 2017.</b></span></h2>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Apenas despunta el día y las sierras a levante se tiñen de rosa y azul, Antonio sube raudo la cuesta de la panadería, saluda con su voz sabia y antigua a algún viandante en la Plazoleta, y con paso firme se encamina a tomar el café a casa de su hermana, apenas unos minutos, pues hay mucho trabajo por hacer: quemar las últimas podas del castañar, vigilar si los cerezos están en flor, proteger las almácigas, echar de comer a los bichos, y más tarde bajar a por las últimas naranjas que subirá en su mula, en una perfecta carga en cajas o serones, acunadas con mimo, frescas, limpísimas y contagiadas de azahar. Atrás quedaron los afanes de cuando el otoño e invierno, la difícil recogida de la castaña y el transporte hasta la Cooperativa de Pujerra, las cortas de leña y de los chopos de la huerta de La Estación, el acopio de las aceitunas que habrían de molerse en las almazaras de Ronda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Sobre ese horizonte de trabajo sin fin, Antonio apura los últimos retazos de su vigor campesino, ahora necesariamente redoblado desde que se fuera Francisco, su alma gemela en las penosas tareas del campo. Nunca se queja del trabajo, antes bien, lo desarrolla con actitud apacible, casi sonriente, como queriendo significar que aquello es ley de vida, la necesaria identidad del hombre con la tierra, porque como él mismo gusta decir “todo, todito sale del campo…y si el campo se acaba, veremos a ver lo que va a pasar, porque si Dios no lo remedia ya te digo que el campo se termina y entonces…”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Tal vez se lamente del clima, de ese “tiempo tan contrario que tenemos, hombre”, pero que “en eso sí que no podemos intervenir”, como gusta afirmar mirando dubitativo al cielo, cuando éste convierte el azul en costumbre y nos niega las lluvias. Cuando éstas regresan, su rostro, ajado y esculpido a cincel por vientos, nieblas y sofocos, se torna en sonrisa, y sus manos de sarmiento y su alma honorable se abren al maná que precipita de las nubes y colma los veneros que surtirán sus manantiales y albercas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Otras veces, cuando se le dice que se recupera el encinar de La Dehesa de Siete Pilas o del Cerro, y que en la tierra que fue baldío renace la arboleda, dictamina con sapiencia: “Sí, pero tengo dicho que hay que ir a cortar los renuevos, que así la encina se agranda y se hace útil, si no se convierte en una chaparra y termina todo por quemarse.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br />
</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -28.4pt 0.0001pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Alguna vez tuve la suerte acompañarle fuera del valle. Admiraba tanto el tesón de los que como él miman la tierra, como los bosques que tapizan las serranías malagueñas, y lo vi rendido ante los viejos pinsapos de la Sierra de las Nieves, o bajo las descomunales arboledas que montan la guardia del Castaño Santo, en los montes de Istán. En el mágico entorno del Hoyo del Bote, ¡qué emoción contenida ante el milagro de aquella desmesura, hermanándose él mismo hasta la sublimación con aquellos soberbios ejemplares! Y cuando contempló la belleza y el orden estricto de los huertos de Balastar (Faraján), con su inquieto chorro precipitándose desde la alta roca entre bancales de naranjos, cerezos, nogales y ciruelos, Antonio enmudeció, y entonces pude intuir en sus ojos cansados el brillo de alguna lágrima escondida, bajo el silencio sonoro del agua, el suspiro de la brisa, y el aura en perfumes que se concitaba sobre aquel escondido paraíso en la tierra.<o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-44939967300770706102017-01-02T08:45:00.000-08:002017-01-02T08:45:09.603-08:00CARTA A LOS REYES MAGOS<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">CARTA A LOS REYES MAGOS<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Queridos Reyes:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Hace décadas que nos os escribo. Desde la
distancia brumosa que me separa de la niñez, apenas puedo recordar la última
vez que cogí pluma y papel para pediros ese juguete deseado, un libro de
cuentos, y quizá aquel jersey, camisa o zapatillas de deporte. Ahora, ante esa
otra bruma que va creciendo en el ánimo de los que vamos en busca de la vejez,
quisiera, aunque fuese por una sola vez, acudir de nuevo ante vosotros, no ya
con la tinta honorable de la vieja escritura, sino con este milagro que se
anuncia con el sugerente, y global, nombre
de redes sociales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Y como ya no me ilusionan juguetes, libros
tengo los que no puedo leer y estoy sobrado de ropa, mis peticiones caminan en
otra dirección, por si fuese posible alcanzarlas, aunque no las llevéis en las
grandes alforjas virtuales que soporta vuestra inmensa y generosa caravana, en
esa noche hermosa de mágica luna y trémulas estrellas que mece en duermevela a los
millones de niños de nuestro país:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Os pido por el fin definitivo de la guerra
que asola el Medio Oriente; que deis cobijo a los millares de refugiados que lo
han perdido todo, a los niños que gritan espantados ante el fragor de los
bombardeos asesinos, a los ancianos desvalidos, a las madres que lloran la
pérdida de su familia, su casa y sus bienes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Os ruego que pongáis algo de razón en los
jóvenes llenos de odio que atentan contra sus semejantes, que consigáis el fin
de tanta crueldad indiscriminada, de tanto terror gratuito en nombre, oh terrible
paradoja, de la religión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Que consigáis trabajo y pan para los que no
tienen ni Navidad, ni Año Nuevo, ni Reyes, pues en lo único que pueden pensar
es cómo dar de comer a su familia el próximo día, cómo pagar la luz y cómo
abrigarse del frío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Que ofrezcáis albergue y calor a los pobres
de la tierra, a los marginados de las ciudades, a los inocentes expulsados de
este nuestro pretendido e injusto progreso. Y también que donéis a los inmigrantes que
vienen huyendo del hambre y la desesperación un futuro acorde con la dignidad
que poseen como seres humanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Que aliviéis los padecimientos de los que
padecen dolor, sea físico, sea espiritual, o a los que han perdido un ser
querido, con la esperanza de alcanzar paliativo a tan gran sufrimiento, a tan profunda
nostalgia. Y, muy en especial, alivio a los niños enfermos, en cuyos ojos
grandes y hermosos uno se mira en el espejo de una mirada asustada que
interroga al mundo con esa pregunta sin respuesta, -“¿por qué?, ¿por qué a mí?”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> Que
pongáis cordura y sentido de estado a los que nos gobiernan, alejando de ellos
tanto la corrupción, como aquellos intentos de construir sobre la división, el
egoísmo y el rencor. Poned en sus mentes la necesidad urgente de velar por la Madre
Tierra y sus criaturas, por limpiar los ríos y mares, por conservar los bosques, por purificar el aire.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"> No os pido bienes, no azares de sorteos y
loterías, no mejores casas, ropas o vehículos. Lo que os solicito, asunto que
firmarían los casi quinientos habitantes de este pueblecito perdido en la
áspera y hermosa Serranía, no es para los que tenemos de casi todo, sino para
los que carecen de todo. Y aunque no
ignoro que os he pedido demasiado para vuestros medios, al menos tocad en la
puerta que sea menester, rogad donde se os oiga, insistid ante Quien os guía,
que al cabo fue el objeto de ese vuestro largo e interminable viaje, que
comenzara hace ya más de dos mil años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt;">José
Antonio Castillo Rodríguez. Cronista de Benalauría. Enero, 2017.<o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-25086360255772479392016-10-13T02:15:00.000-07:002016-10-13T02:15:51.294-07:00EL SARCOMA<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">EL SARCOMA</span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
De vuestro cronista, José A. Castillo Rodríguez. Otoño de
2016.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -21.35pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">
La inocencia es el atributo esencial de casi todos los que ejercen de
niños. A veces, bajo ese rostro que no ha sido contaminado aún por el mal, se
esconde una tragedia. Adrián lo sabe bien. Tiene su cuerpo herido gravemente
por el asta de un toro que le corroe por dentro. A él, que hubiera querido
exponerse ante ese noble animal que va de verdad, a muerte, intentando defender
con la fiereza de su instinto su propia vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -21.35pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A ese niño inocente y enfermo, a ese
chiquillo de ojos grandes y puros, algunos toreros le han ofrecido un homenaje,
por recaudar fondos para esa infancia que sufre. Adrián padece en su cuerpo la
sombra de un sarcoma contra el que lucha a diario. Algunos, desde la más
absoluta de las maldades, le han deseado la muerte porque el chiquillo pretende
ser torero cuando sea mayor. He aquí ese otro sarcoma de la intolerancia, del
totalitarismo, del más miserable de los sentimientos que, en pro de defender a
un animal, propone acabar con la vida de un pequeño inocente e ingenuo. En sus
excrecencias y exabruptos que les permiten las redes sociales (a veces cloacas
insociales) se señala nítido el mal que les corroe, éste sin posible alivio,
pues la maldad no se cura. Tampoco la cobardía, y mucho menos la estupidez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -21.35pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> En estos tiempos, otros sarcomas sacuden el
solar de la vieja España. Socaban la piel de nuestro país, despreciando el
espíritu de la reconciliación que los españoles nos dimos tras el fin de la
dictadura, y retornando a los sectarismos que nos llevaron a la tragedia
incivil. Ahora acusa formas de intolerancia hacia un pasado histórico que, como
en cualquier otra nación, tendrá a buen seguro luces y sombras. España celebra
el descubrimiento de América a la par que casi todos los países de aquel
continente, incluidos los anglosajones, como homenaje a la gesta de Colón. Instituida
ya la democracia, es desde entonces nuestra Fiesta Nacional, y eso parece
repeler a algunos, que hablan incluso de recuerdo de un<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a>
genocidio: aun respetando toda opinión, pienso que acusan desconocimiento de la
Historia, y como la desconocen, yerran. Simplifican las atrocidades de toda
colonización, conózcase a Fray Bartolomé de las Casas, el primero en denunciar
las malas prácticas de los colonizadores, léase a Sánchez Ferlosio, fustigador
tanto de los abusos como de los falsos indigenistas,pero, aun admitiéndolas, el
Occidente grecolatino fijó allí bien sus raíces en las universidades, en las
catedrales, en las <i>Reducciones</i>, en la
explotación de recursos, en el comercio, enriqueciéndose ambos continentes con
intercambios sin los que hoy nuestro mundo no sería posible. Porque para
genocidio atroz, este apunte: Hernán Cortés conquistó el Imperio Azteca con un
puñado de hombres y varias piezas de artillería, pero sobre todo con la ayuda
de los indígenas que odiaban a ese imperio, que los sojuzgaba y los asesinaba
en bárbaros rituales en las pirámides o <i>Teocalli</i>,
para saciar a sus sanguinarios dioses. Esos indígenas sí que sabían de
genocidios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -21.35pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">
No pretendo dictar una clase de historia ni convencer a nadie. Nunca he sido amante de tauromaquias, pero me indigna
tanta maldad hacia la inocencia de un niño enfermo. En cuanto al resto, el
sarcoma de la intolerancia y el sectarismo va parejo al de la ignorancia más
supina. Pobre España si alguno de éstos alcanzara a gobernar algún día.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -21.35pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-63539158766713591292016-08-01T02:00:00.000-07:002016-08-01T02:00:33.001-07:00LA PISCINA Y LAS CHICHARRAS<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">LA PISCINA Y LAS
CHICHARRAS<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">(Crónica del verano. José A.
Castillo. 2016)<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Aquella mañana de
finales de julio el sol había salido potente y cegador por las sierras de
levante. Los altos riscos desdibujaban sus sombras entre neblinas y el valle
entero se impregnaba de la luz abrumadora del estío, con las inmensas arboledas
como mullidas alfombras verdiazuladas, las cumbres de Bermeja con algunos retazos
de nubes posadas entre los pinares, y las del Poyato blancas, purísimas en sus destellos
de piedra con el telón de fondo de un cielo azul, puro como el agua de una
alberca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> La noche anterior, la Plaza bullía en gentes,
vinos y raciones. Había en el ambiente como un deseo de recuperar el tiempo
perdido, de salir de casa en busca de la conversación que nos concede la paz
del vino, que es costumbre vieja y amable. Los tres bares del pueblo se
afanaban en servir, cada cual según su estilo, y ahora con la innovación que
nos traen Joaquín y su esposa. Y es que han sido años muy duros en los que el
noble pueblo español, ese que nunca grita ni sale a destrozar lo que es de
todos, ha soportado estoicamente la carestía, los recortes presupuestarios, el
paro, los desahucios, la desesperación de los hijos. ¿Estamos ya recuperándonos
a tenor de esa alegría que se atisba en las calles? Este cronista sabe poco de
macroeconomía, terrible palabra, pero se esperanza en esa cierta alegría que ve
en las buenas gentes, en los honorables padres y madres que salen a tomar el
aire de la noche con el suave pellizco de la cerveza frígida, en los jóvenes
que ahora comienzan a ver una pequeña luz en el túnel, aunque esa luz sea tan
sólo una pizca de lo que sería necesario. Eso si nuestros políticos no se
empeñan en destruir, por su ceguera e incapacidad, lo que a todas luces suena a
recuperación más o menos consolidada. ¡Qué decepción si fuésemos a unas
terceras elecciones! ¡Qué horrendo fracaso de nuestra democracia y qué
indignación entonces la de ese honrado pueblo de España, sufrido, paciente y
sabio!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Al eso del medio día,
mucha gente subió a la piscina. Las incansables cigarras, como los políticos
antes citados, hurgaban el aire de oro del estío con su impertinente y continua
cacharrería de sones, que convivían tozudamente con la brisa que se posaba entre
las ramas de los chaparros, castaños y encinas. Esas chicharras,<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a> que son como el termómetro de la arboleda: silentes en
invierno, charlatanas en el estío. Allí arriba, el viento amable barre
cualquier atisbo de calor, mientras al frente se recrece en encinar bajos los poderosos
riscos de la Dorsal. ¡Qué bellísima profundidad de campo! ¡Qué limpieza en los
perfiles aguerridos de las altas calizas! ¡Qué gozosas tonalidades del mundo
desperdigado por montes y hondonadas! En aquellas alturas, Salva y Begoña nos
ofrecen la calidad de sus carnes y sus vinos, mientras parte del pueblo, que
tal vez debería mirar más hacia lo suyo y no buscar fuera lo que en casa tiene
de sobra, se refrescaba en las aguas azules donde los niños chapoteaban bajo el
ahora tenue sol de la tarde y la sombra protectora de la montaña pura en
encinas, vuelos y brisas. Cuando bajó por fin la gran mariposa de la tarde con
sus élitros de sombra, todo quedó allí en calma, a la espera de la luna y su
trémulo despliegue de estrellas.<o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-29680328842115218052016-06-01T00:12:00.000-07:002016-06-01T00:12:22.945-07:00ALONDRA EN EL CORPUS<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">ALONDRA EN
EL CORPUS<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">
Alondra, la gata huérfana, suele pasear su figura de pequeña tigresa por
las calles y plazas. Ahora que llega el buen tiempo su silueta aparece por
doquier, como si fuese ubicua, meneando su cola y destellando al sol su
pelambrera entre naranja y amarilla, mientras te mira si la llamas con sus ojos
tristes y ya algo cansados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Refulge el pueblo en este mayo tardío
con tantos pétalos como colores puedan imaginarse. Las calles y los rincones,
aún pintados de verdín por las lluvias persistentes de la primavera, son
jardines pequeños, ya lineales y ajustados a cada fachada, ya en caótico grupo,
sin respetar gradación alguna, o tal vez pendiendo de los balcones, como cascadas
multicolores: nada es casual, todo responde a una lógica natural y todo es la
consecuencia de querer recrear un estricto edén en cada tiesto, cuya suma
alcanzará a otro jardín mayor, y éstos al conjunto en que se ha convertido, por
el amor inacabable de sus mujeres al campo, Benalauría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">
La procesión del Corpus avanzaba lenta por las calles. Nunca Dios pudo
caminar con más orgullo por entre su obra: cada flor era un ofrenda, cada ramo
un don, cada mirada hacia la inmensa montaña una señal de infinitud. Dios entre
su obra, custodiado por sus fieles que, aun con sus imperfecciones y a pesar de
todas sus contradicciones, se agrupan ese día, construyen altares que son como mínimos
templos, ingenuos y efímeros, entre flores de nuevo, con alguna imagen
rescatada de la cómoda o el aparador, manteles de fino bordado, colchas y
mantones en las ventanas y, como mejor alfombra, ese pavimento de helechos, con
su característico olor a húmeda abundancia traída directamente desde la umbría
del castaño. Nunca podré olvidar ese olor a niñez, aquella que nos aconteció
cuando, boquiabierto y sin comprenderlo del todo, se me decía que en aquella
custodia dorada moraba el amor de Cristo, ahora fuera del sagrario, para estar
al lado de los suyos, de los más pobres, de los más doloridos, de los que ya no
tienen esperanza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">
Corría un vientecillo suave y algo fresco que paliaba cualquier atisbo
de fatiga en los más ancianos, y el olor a incienso perfumaba el aire
entretejido de cristales en brillos. Esplendía la limpia y honrada cal de las
casas bajo el Olivo, ahora verde esmeralda, con un alto horizonte de azules
purísimos, rotundos, totalizadores, por el que apenas navegaba sin rumbo algún
retazo de nubes. Los cantos y salmodias nos llevaban a otras épocas y a otros
rituales, tan viejos como el hombre: tal es la eterna necesidad de trascendencia
en un mundo casi siempre cruel, injusto y despiadado, la búsqueda de lo
espiritual como remedio a la infelicidad y al dolor, o la acción de gracias, a
pesar de todo, por la dádiva de cada mañana en jilgueros y cada tarde de oro y
de grana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">
Alondra estaba sentada junto a la puerta de Ana Mari, con sus ojos
hermosos tristes y cansados, y miraba un tanto indiferente la comitiva que
avanzaba entre el humo, el perfume, los cantos y las flores. Es posible que
Dios, desde su pequeño y dorado habitáculo de cristal, además de bendecir cada
espacio y de consolar a los que acudían a Él con el alma abierta en canal, contemplara
siquiera un segundo a aquella gata, apacible y noble, vagabunda y solitaria, pero aún
hermosa en su pose de animal elegante y selvático, y en su pelambre de tigresa
amansada, que en ese momento me sugirió la impecable perfección y el estricto
equilibrio de todas las criaturas del mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -14.2pt; margin-right: -49.7pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -49.7pt 0.0001pt -14.2pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Benalauría, Mayo de 2016. De vuestro
cronista, José Antonio Castillo Rodríguez. <o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-71474256316815344682016-03-14T03:17:00.001-07:002016-03-16T02:58:28.141-07:00PRIMAVERA EN EL GUADIARO<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">PRIMAVERA EN EL
GUADIARO<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> ¡Ya es primavera en el Valle del
Guadiaro!, o en el “Campo” como decimos en Benalauría, tal vez porque en el
Genal sólo se atisban precipicios y arboledas. Bajo desde el Puerto hacia La
Cancha acompañado de un espléndido encinar sobre areniscas y calizas. El bosque
mediterráneo luce aquí en toda su rotunda y sobria belleza: tras los abusos del
pasado, en forma de carboneo y excesiva carga ganadera, la serie de la encina
con peonías crece y prolifera entre el roquedo con una más que exuberante masa
forestal de majoletos, aulagas y ardiviejas. Las venerables encinas que
sobrevivieron a aquellos desmanes de antaño se alzan hoy impávidas, solemnes,
fuertes, donando su sombra protectora al resto de la enramada, creando vida,
mostrando expectativas de supervivencia, significando robustez y rocoso
existir. Fluyen algunos arroyos de aguas limpias y arriba, tan cerca del cielo,
blanquean sus siluetas los peñones del Poyato. El paisaje, en esta tarde
entretejida de bruma y brisa apacible, se colma de luz en los invisibles cristales
que pueblan el aire y en las flores, como copos, de los frutales. Canta algún
pajarillo, liban las abejas sobre los cantuesos, y murmura el ramaje: tal es la
ceremonia de la vida en la montaña, siempre renacida así que el sol comience a
calentar la humildad de esta sierra, elemental y brava.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Tras el encinar y los
roquedos salvajes, el monte se toma un respiro en su vocación de abismo. Bajamos
levemente por un escalón semiplano donde medran<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a> prados,
sembradíos y pequeños cortijos que destellan sus blancores al sol de poniente.
Allí el bello caserón de Panrique, modelo del cortijo serrano que hoy muestra
su abandono sobre el pastizal: es todo un ejemplo de plenitud antigua, casi destruida hoy
tras la crisis de la cultura de las vertientes. Vedlo ahora, aún erguido en su
indigencia, solitario y triste, desprovisto de su vestimenta de cal, a merced
de los vientos, las lluvias y las heladas. Frente a él, el cortijo de la Fuensanta y el
copioso manantial que surge del contacto de las calizas con las arcillas, entre
chopos, zarzas y mastrantos, conformando un pequeño cauce que baja raudo hacia
las honduras del valle. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Mientras contemplaba
la magnífica generosidad del nacimiento, Francisca Álvarez y sus hijas habían
dispuesto un copioso refrigerio para mí y mis acompañantes: tazas de yerbaluisa,
esa infusión que lleva consigo todos los aromas posibles del bosque, un bote de
zurrapas, es decir mucho lomo y poca manteca, madalenas, queso y, oh milagro,
una hogaza recién horneada que más que a pan parecía oler al conjunto de todas
las dádivas del cielo y de la tierra. La vieja hospitalidad de las gentes del
Campo se hacía patente entre risas inocentes y la charla amenísima de aquella
sabia mujer que nos mostró todo el buen hacer, todo el trabajo rudo y honrado, y
todo el trato exquisito que estos campesinos suelen otorgar desde siempre al
caminante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Transcurre ahora la senda por entre los
pastizales jalonados por la dispersión que constituyen cortijos y casas
aisladas. El cortijo de sierra no luce como los opulentos de la campiña: es un
edificio, dos a lo sumo, con patio emparrado a la entrada, “casa”, cuartos y
“cámara”, además de un pajar, el “andén” o establo, y el horno y cocina. Esa
estricta sencillez es el referente de una vida difícil y austera, aunque no
menos honorable. La dispersión alcanza hacia el sur los pagos de Salitre y
Puerto de las Eras, casas-jazmines por entre los verdores de pastos y sembradíos, hasta más allá del Panderón, a
cuyo pie se adivinan Las Buitreras,titánica herida en la entraña misma del mundo.
Tierras de riego, las aguas de los manantiales se repartían, años alternos
para los pueblos, en turnos y tandas, y
un Alcalde del Agua (<i>Al Qaid Al-Maa</i>)
mediaba en el buen orden de los repartos. Eran los tiempos de los maiceros,
cuando el forraje alimentaba a miles de cabezas de ganado. Incluso me apunta
Pedro Sierra, mi amigo profesor e investigador de Benadalid: en un tiempo se
sembraba arroz en Las Vegas, a tenor de un documento que prueba robos de este
cereal a fines del siglo XIX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Tras estos espacios
abiertos alcanzamos el poblado de Siete Pilas o Pilas de Calabrina, sobre una
pequeña explanada, bajo el manantial y albercas que le dan nombre. Unas pocas
casas se agrupan alrededor de la ermita-escuela, rodeadas por encinas
centenarias y con un fondo donde las Sierras de Líbar ocupan casi todo el
horizonte. Aquella mole calcárea se alza inmensa ante nuestra vista, dejando
apenas lugar a un cielo cada vez más desdibujado por la delicada luz del
crepúsculo. Los altos picachos, devastados y desnudos, dan paso a unas
poderosas barranqueras que dibujan el desarrollo creciente de los encinares y
carrascales, con entrantes sombríos y roquedales en escorzo, hasta que las
laderas se suavizan para dejar paso al mosaico del olivar y el encinar, ya en la
tierra de Cortes, que extiende como un pañuelo horizontal su alba silueta, una
pincelada de cal bajo los pedregales, el encinar y los pardos matorrales que sobreviven sobre
las capas rojas del Cretácico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Más abajo de Las Pilas, de nuevo el bosque
de encinas, ahora acompañadas de los recios quejigos (<i>Quercusfaginea, </i>subps.<i>broteroi</i>)
que impulsan ya los nuevos verdores sobre las yemas de las hojas marcescentes.
Pespuntan sauces y chopos en las quebradas que bajan hacia el río y, entre la
pertinaz arboleda, surgen de nuevo las casitas y cortijillos de labor, las
cercas de piedra o alambres, los pegujales de huerto, algún mínimo olivar. Ya
se intuye el paso del padre Guadiaro lamiendo las casas de La Estación, o
Cañada Real, dicen que de un oculto tesoro tal vez cercano al columbario romano
del Cortijo del Moro. La montaña se amansa por fin en Las Vegas, otro caserío
que crece al albur de los nuevos manejos, ahora industriales, donde la alameda
hace patente su vertical elegancia de chopos y fresnos, ángeles custodios del
generoso fluir de las aguas que bajan contagiadas de sauces, adelfas y juncos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> La primavera ha llegado de nuevo a nuestra
tierra del Guadiaro. El paisaje revive en mañanas de soles inciertos, en mágicas
lunas, en brisas de oro. Las gentes se aprestan al campo, y el tren, en paralelo
al fluir eterno del río, pasa, silba y galopa por la hermosa y discreta
estación que es tránsito hacia Ronda y las tierras del Estrecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Feliz Pascua
de Resurrección a todos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Benalauría,
Marzo de 2016.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De vuestro cronista
José A. Castillo.<o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-6098162871143125592016-01-14T07:52:00.000-08:002016-01-17T07:17:33.802-08:00GENAL DELENDUS EST <div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">GENAL
DELENDUS EST <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">(El
Genal debe ser destruido)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Catón de Útica (Siglo II AC) clamaba
una y otra vez en el Senado romano pidiendo la aniquilación definitiva de la
patria de Aníbal Barca con una frase recurrente que hizo historia: “Carthago delenda est”. En ese mismo sentido,
cada cierto tiempo, sobre todo si es época de pertinaz sequía, frase
emblemática, la clase política y sus técnicos más allegados se empeñanen
anunciar y proponer presas y trasvases desde lo que ellos llaman cuencas excedentarias
a las deficitarias, concepto que vende muy bien y que cala en una opinión
pública angustiada ante una posible falta de agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Lo malo de todo esto es que se olvida
algo evidente: el agua no es infinitay por tanto, una vez utilizados todos los
recursos disponibles, es imposible aumentar caudal para una demanda en teoría
siempre creciente. Tal es el caso de nuestra Costa del Sol, hipertrofiada a día
de hoy, con la práctica totalidad de la línea de costa ocupada por una de las
conurbaciones lineales más importantes del Mediterráneo, y con un modelo de
turismo de masas más ladrillo a todas luces agotado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Y así, leemos hace poco sobre la
necesidad de un trasvase del Alto Genal al sistema de abastecimiento de la
Costa Occidental, como si los caudales de los ríos de Sierra Bermeja y Nieves
(Guadalmansa, Guadalmina, Guadaiza y Verde), que aportan unos 150 Hm</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 8.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">3</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">/año</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 8.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">,</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> no estuviesen ya interconectados, tanto que en época
de fuertes precipitaciones se hace preciso desaguar el embalse de La Concepción.
Tras la puesta en funcionamiento de estas infraestructuras se ha demostrado que
el abastecimiento a la población está asegurado, y en todo caso existe una
desaladora en Marbella capaz de paliar los posibles déficits.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> ¿Para qué entonces este nuevo trasvase?
¿Para seguir creciendo de manera casi exponencial en un territorio al borde ya
de la saturación? ¿No sería más idóneo aumentar la calidad de la oferta,
mejorar los servicios e infraestructuras (¡para cuando el tren litoral!), y
diversificar los usos en este espacio para generar un empleo de calidad que
absorbiese al que fue expulsado tras el estallido de la burbuja inmobiliaria?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Por el contrario, el Valle del Genal es
el territorio humanizado con más calidad ambiental de la provincia, y uno de
los espacios más singulares, si hablamos de conservación de paisajes y
biodiversidad, de todo el Mediterráneo. Su variedad litológica (un verdadero
catálogo de rocas, desde las intrusivas a las metamórficas de los Mantos y sus
orlas de contacto, incluyendo las formaciones carbonatadas, mármoles y
dolomías, brechas, conglomerados y areniscas) es solar de numerosos ecosistemas
climácicos, como las series del alcornocal, encinar y el quejigal, el pinar
serpentinícola,criptoseries como la del robledal, así como los bosques de
ribera con saucedas, alisedas, choperas, fresnedas y olmedas,y, por fin, la
joya exclusiva del pinsapar sobre las serpentinas del macizo ultramáfico de
Sierra Bermeja, ya de por sí una montaña digna de la máxima protección, por la
rareza y singularidad del sustrato, y nichode numerosos y valiosos endemismos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Aunque faltan estudios para tener un
conocimiento más amplio de la avifauna
existen algunos grupos taxonómicos bien estudiados, caso de los vertebrados y
algunos órdenes de insectos. Al ser uno de los cursos fluviales en mejor estado
de conservación de todo el sur, es explicable la variedad de peces ligada a los
cursos de agua, como indicador de la calidad ecológica del río. Además, el buen
estado de conservación de los biotopos hace del valle un lugar ideal para las
aves, que en la época de las migraciones tienen aquí un lugar excelente para el descanso y la alimentación. Dentro de
los mamíferos, otro indicador de alta calidad ambiental es la nutria, el mejor
paradigma faunístico del valor ecológico de un valle de enorme fragilidad y
sujeto a permanentes amenazas. Otros
carnívoros característicos serían el meloncillo, el tejón, la jineta, la
garduña etc., y dentro de los ungulados, el corzo, la cabra montés y el jabalí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> A
toda esta riqueza deberemos unir los aspectos humanos, por cuanto la ocupación
del valle no trajo consigo su alteración sistemática, sino una sabia adaptación
al medio. Los quince núcleos urbanos, de sugerentes y eufónicos nombres,
herencia sin duda de la colonización beréber, se instalan a media ladera, y
allí los campesinos establecieron policultivos arbóreos en mosaicos o bancales
a solana, con irrigación por alberca, o en secano en los nortes, donde el árbol
rey es el castaño, una exitosa formación plagio climácica (más de 4000 Há),
mientras las zonas más abruptas, boscosas o frías se dedicaron a la
silvicultura y la ganadería. Así, lejos de empobrecer o destruir los
ecosistemas, lo que se forjó desde el siglo VIII de nuestra era no fue sino un
paisaje enriquecido y más biodiverso que el que se encontraron los primeros
colonizadores, y un acertado manejo del bosque, los montes y el agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Ese paisaje ha pervivido hasta
nuestros días, a pesar de la reciente y dramática crisis demográfica que ha supuesto
la pérdida de más de dos tercios de la población, y por ende, el envejecimiento
progresivo y su corolario de abandono y destrucción de la vieja cultura
campesina de las vertientes. Pues bien; a este territorio casi dejado a su
suerte, empobrecido y con escaso futuro, se quiere ahora privar de su más
preciado bien, es decir, del agua, generadora y eje vital de los ecosistemas y
los modelos de aprovechamiento, o sea, de los paisajes, hoy tan apetecidos, que
estos hombres han sabido conservar hasta nuestros días: trasvasamos su agua al
tiempo que alienamos su porvenir y destruimos su futuro. Arrebatar el agua del
Genal sería prostituir ese espacio singular, bellísimo, puro, a dos pasos de
esa Costa en fase de ser un espacio insostenible. Una actuación brutal, injusta
y despiadada contra aquellos indefensoshabitantes,y de imprevisibles
consecuencias ecológicas, en la línea irresponsable y estructuralista de los
agresivos planes hidráulicos del pasado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> No; el Genal no debe ser destruido. Basta
de anuncios y proyectos que no sean los dirigidos a articular y conservar el
valle más preciado y precioso de nuestra provincia, intentando cortar la
sangría migratoria para sostener, como aconsejan<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a> las
políticas europeas, al hombre en la montaña. Abracemos, por el contrario, la
Nueva Cultura del Agua, la que huye del despilfarro y las obras faraónicas y
busca la racionalización y sostenibilidad de los recursos. Esa Nueva Cultura
que no es sino un reflejo de la que practicaron aquellos campesinos, tan
distinta de disparatadas actuaciones desarrollistas que ya no tienen cabida en
nuestras sociedades.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">José
A. Castillo Rodríguez</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3653249644962365787.post-32332685314699247752015-12-03T07:38:00.000-08:002015-12-04T00:01:17.290-08:00EL PEQUEÑO DESAHUCIADO (1964-2015)<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">EL PEQUEÑO DESAHUCIADO
(1964-2015)<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Llovía a mares. Cómo
llovía en aquellas navidades. Un día, y el siguiente, y el otro, con apenas
retazos de sol cuando escampaba, justo el momento para abandonar la protección
del balcón del Ayuntamiento y seguir jugando al fútbol, o a algo parecido, en
la Plaza, nuestro único patio posible. Eso sin contar con que Carrillo el
municipal podía acudir y suspender el partido, o si pasaba la Maestra, niños,
que os vais a cargar la farola (la farola era la única luz verdaderamente eficaz
que había en la plaza, es decir, en todo el pueblo). Al poco, la tarde-noche
cernía casi de golpe su penumbra y escenificaba una imagen bella e inolvidable:
la delicada luminiscencia de las escasas bombillas de las esquinas penetraba en la
niebla que envolvía las calles, las casas y los tejados de verdín, creando sugerentes
espacios de acogedora soledad y abrumado silencio. El familiar olor al humo de las
chimeneas disipaba en parte aquella sensación de frío, y los únicos sonidos
posibles eran el de alguna inquietante ráfaga de viento, los chorros de la
fuente, el golpeo del dominó y el tintineo de los vasos en el café.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En nuestra pobre Iglesia de
cal y losas gastadas ya estaba el Belén montado, con sus corchos que imitaban ásperas
montañas, surcadas de veredas, entre lentiscos y macetas de hierba, con
pegujales de huerto y un río, a veces de papel plata de envoltorios de chocolate,
otras con agua de verdad, según la pericia del montador. Y las casitas
iluminadas que fabricó el Maestro, y los pastores y las ovejas sustentadas
milagrosamente en aquellos barrancos de mentirijillas. También los Reyes, ah,
los Reyes, majestuosos y elegantes, a caballo bajo aquel cielo de tela azul
acribillada de resplandores de estrellas. Y la cueva donde estaba el Niño. Con
el buey y la mula, y sus padres, desproporcionadamente bellos, en un pesebre,
el lugar más humilde, pues aquella familia, forzosamente salida de su lugar de
origen, no encontró acomodo, y la Madre, a punto de alumbrar, hubo de hacerlo
entre pacas de alfalfa y heno, con el aliento de los nobles animales, el ánimo
de José, la compañía de los rústicos y asombrados pastores,bajo el pálido reflejo
de una luna aterida. Un desahucio para un recién nacido que habría de cambiar
el destino de la humanidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Dicen que fue
Francisco de Asís, el santo más santo de todos, quien ideó esa ingenuidad en la
ermita de Greccio (Rieti, Italia), cuando en la misa de Nochebuena de 1223
colocó en un pesebre un niño Jesús esculpido por él mismo. El “poverello”
(pobrecito), el amigo de los animales y las cosas, que pronunciara en su Cántico
de las Criaturas aquello de “Laudato sie mi Signore, cum tucte le tue creature”
(Alabado seas, Señor, con toda tu creación), donde incluye al hermano sol, la
hermana luna y sus estrellas,y da las gracias por el agua humilde, preciosa y
casta…por el hermano fuego…por la madre tierra …por los diversos frutos e
hierbas…Es decir, Dios creador en medio de su obra, panteísmo puro, Dios-todo,
universo-Dios, del que todos participamos de una manera cósmica y totalizadora.
Desde San Francisco, el Belén se extendió por Italia (los de Nápoles,
verdaderas obras de arte), y más tarde a Alemania, Bohemia, Eslovenia, Austria,Polonia,
Hungría,Francia, España y Portugal, desde donde los frailes franciscanos lo
llevan a toda la América Hispana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ahora se oyen voces
sobre si sería menester retirar cualquier símbolo religioso de los lugares
públicos. Bien puede aceptarse que ninguna creencia pueda supeditar el poder
soberano del pueblo. Esto pertenece al pasado y en las sociedades democráticas es
notoria la necesidad de que lo religioso pertenezca al ámbito privado. Sin
embargo, esas sociedades, nuestras sociedades, son producto de una historia de
la que emanan muchas de las ideologías que han propiciado las libertades que
disfrutamos: la democracia es hija tanto de la tradición clásica greco-romana,
como de los pensadores ilustrados racionalistas que idearon un gobierno del
pueblo para el pueblo, lejos de las tiranías y fanatismos del pasado. Parte de
esa tradición se debe también al Humanismo, es decir, a la idea de la
supremacía del ser humano, y de la consagración de su dignidad y su libertad.
Pero ese humanismo posee también una honda raíz que viene del cristianismo, y
entiéndase bien, no de la Iglesia como institución, sino de la ética que emana
de la Escritura: paz, amor, libertad, perdón, misericordia, ayuda al
necesitado, igualdad entre los hombres…, es decir, lo que habría de predicar
años más tarde ese Niño nacido entre estiércol y paja, palabras y hechos que le
costaron la vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y hoy, en virtud de ciertas
ideologías que desprecian esa memoria, parece que quieren acabar con la tradición
del Belén. Primero lo relegan o trasladan, finalmente lo suprimirán. En el
fondo, este mal entendido laicismo no es más que un reflejo del narcicismo y
hedonismo de una sociedad opulenta y acomodada hasta el más inclemente de los
egoísmos. Un mundo que sucumbe a las luminarias, al consumo desenfrenado, a las
comilonas sin fin, al despilfarro en el vestir y en el actuar, tan lejanos al
espíritu de esa navidad que propugnara el pobre de Asís. Ahítos de prosperidad, imponemos
un estricto laicismo como si con ello fuesen a solucionarse los problemas que
nos aquejan, pero apenas si miramos hacia los pobres y los parados sin futuro, hacia
los jóvenes sin perspectivas, hacia los millares de refugiados, con sus hijos,
que tiritan de frío, de hambre y desesperanza, y que mueren en las playas o en
los bosques, esos nuevos pesebres que ahora se montan a lo largo delas fronteras
de Europa. ¿Dónde están todos esos liberticidas de la memoria a la hora de
cuidar a los viejitos como hacen las Hermanas de la Caridad en todas partes,
los Médicos sin Fronteras en Siria, los misioneros en África, Cáritas en los
comedores sociales, los voluntarios de Cruz Roja en el lugar de cada tragedia,
los de Manos Unidas abriendo pozos en el desierto, los de Unicef salvando a los
niños de la ignorancia, la enfermedad y la muerte? ¿Dónde están, que nunca los
vemos fuera de su autosuficiencia y vana palabrería de moqueta recién pisada
por zapatillas de marca y camiseta con mensaje?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Llueve sobre la plaza,
aunque no tanto como hace cincuenta años, y como lloverá tal vez dentro de otros
cincuenta. Ahora no hay zagales bajo el balcón esperando que escampe, pues
están en sus casas con la videoconsola y el DVD. Pero las nubes, ligeras y
puras,elevan su ingravidez desde el fondo del valle, dejando su dádiva de
fertilidad sobre las laderas y el castañar despojado. Brilla el chaparral con
algún hálito de sol que se escapa por las rendijas azules del cielo, acuna un viento
amable las acículas de los pinos, y en el lejano horizonte las altas sierras se
tocan de nieve. Todo sigue casi igual en el pueblo, tanto, que en la iglesia se
ha montado de nuevo el Belén junto al altar. Con sus corchos y sus barrancos,
con sus caminos y su río, pastores, ovejitas, casas iluminadas y Reyes Magos.
En la cueva, bajo la mirada de sus padres, el olor a estiércol de la mula y el
baheo del buey, duerme el Niño pobre de aquellos días, que ahora busca acomodo
ante el nuevo desahucio que le imponen en otros<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a> lugares. El
mismo que padecen millares de seres humanos, atrapados por la desigualdad, la
injusticia, la guerra, el hambre y el frío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De vuestro cronista, José Antonio
Castillo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Feliz y austera Navidad para todos.<o:p></o:p></span></div>
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